Con un tanto de Alan Medina y un doblete de Rodrigo Aguirre, los Rayos de Jaime Lozano triunfaron en CU pese al descuento de Diogo.
Pumas va en caída libre y el efecto de jugar dos torneos ya les pegó. En casa y ante su gente, fueron electrocutados por el Necaxa, que ganó 1-3 en un regreso triunfal de Jaime Lozano a Ciudad Universitaria, pues sumó su primer triunfo como técnico en dicho recinto, en el que una vez fue figura.
Motivados por una remontada histórica a media semana en la Liga de Campeones de la Concacaf, los auriazules quisieron romper la mala racha que sumaban en Liga MX, pero pareció que el fondo físico les cobró factura y no pudieron ante la velocidad de los Rayos.
Sin dirección. Y es que poco y nada tuvieron a la ofensiva los pupilos de Andrés Lillini, quien no pudo estar en la cancha al cumplir una suspensión de dos juegos. Fue su auxiliar, Hermes Desio, quien vio cómo el equipo se desmoronaba en la zona baja. Primero, Alan Medina picó entre los centrales para tomar un balón y quedar mano a mano con Alfredo Talavera.
Ambos, con pasado en Toluca, se midieron en el duelo individual, pero Median adelantó el esférico, se quitó al arquero y definió de zurda para abrir el marcador.
La lucha. Sin creerlo, Pumas intentó manejar los hilos en medio campo, pero el equipo del ‘Jimmy' Lozano fue de menos a más y aprovecharon un error de Favio Álvarez, pues el argentino derribó a Idekel Domínguez en el área y el central sancionó penal. Fue Rodrigo Aguirre quien no se intimidó ante el juego psicológico del experimentado Talavera, quien lo quiso poner nervioso y casi lo logra, pues el impacto del ariete de los hidrocálidos pegó en el poste y se incrustó en la red. Para el complemento, fue el mismo Aguirre quien aprovechó la floja marca felina, y es que remató de cabeza, totalmente solo, para poner su doblete y aumentar la ventaja. El 0-3 parecía consumado, aunque los de casa tuvieron una leve reacción.
El gol. Diogo de Oliveira fue el elemento quien le dio un respiro a Pumas, pero fue insuficiente. El brasileño remató un centro de Alek Álvarez para descontar, pero no fue suficiente para motivar a sus compañeros. Y es que Pumas llegó a cinco juegos sin ganar, sumó su tercera derrota seguida y pareció desplomarse en el fondo físico luego de competir en dos torneos al mismo tiempo. Sin duda los felinos de la Liga MX están siendo distintos a los de la Concachampions, porque mientras en el torneo internacional son semifinalistas, en el mexicano tienen (con Necaxa).
