La estrella falleció mientras dormía en República Dominicana, donde estaba filmando la película “Dangerous Waters”.
Ray Liotta siempre será recordado por el desquiciado y brutal Henry Hill de Uno de los nuestros, la obra maestra de Martin Scorsese. El actor estadounidense ha muerto a los 67 años, según ha avanzado la publicación Deadline. Lo hizo mientras dormía en la República Dominicana, donde estaba filmando la película Aguas peligrosas.
Liotta edificó su carrera interpretando a tipos duros. En una entrevista con EL PAÍS dijo sobre este tema: “No es que prefiera los tipos oscuros, solo me los ofrecen. He hecho unas 80 películas y en la mayoría hacía de tipos buenos, pero la gente parece que solo recuerda a los malos. Les pasa a la mayoría de actores, los villanos parece que sobresalen aunque el actor haya hecho los dos. De Al Pacino lo que más se recuerda es Tarde de perros o El padrino, más que los tipos buenos que ha interpretado”.
Todavía 30 años después de que se estrenara Uno de los nuestros (1990), en las entrevistas a Ray Liotta no faltaban las referencias a la película de Scorsese y su papel de Henry Hill. “Nunca te imaginas algo así. Quieres que la gente vea lo que haces, para eso lo haces. Pero estar en algo que iba a influir así durante tantos años no lo puedes imaginar”, explicó el actor a este periódico.
Nacido en 1954 en Nueva Jersey, fue abandonado en un orfanato antes de ser adoptado a los seis meses. De adolescente se mudó a Nueva York y luego se trasladó a Los Ángeles, buscando su sueño de ser actor. Empezó a trabajar en series de televisión a finales de los años setenta. Durante los ochenta dio el salto al cine para interpretar únicamente a secundarios. Hasta que llegó Jonathan Demme y le ofreció uno de los papeles protagonistas de Algo salvaje (1986), junto a Jeff Daniels y Melanie Griffith. Por esta película recibió la nominación a los Globos de Oro.
Durante su carrera firmó interpretaciones en películas taquilleras como Cop Land (1997), junto a Sylvester Stallone; Hannibal (2001), con Anthony Hopkins; Heartbreakers (2001), con Sigourney Weaver; o Blow (2001), junto a Johnny Depp y Penélope Cruz. Son cuatro décadas de carrera irregular donde deja un centenar de películas.
