Jartum y otras ciudades adyacentes han sido escenario por segundo día consecutivo de una jornada de desobediencia civil.
Jartum.- Al menos un manifestante murió este miércoles por un disparo en el pecho durante el segundo día de desobediencia civil convocado por grupos opositores al golpe de Estado militar del pasado 25 de octubre, informó el sindicato opositor Comité de Médicos de Sudán.
El comité, que hace recuento de víctimas y lesionados en las protestas, dijo en un comunicado que una persona murió en Um Durman, ciudad vecina de Jartum, al ser tiroteada por las fuerzas de seguridad, que despejaron las barricadas levantadas en respuesta al llamamiento a la desobediencia civil para condenar la muerte de siete manifestantes el lunes."Nuestro pueblo mantiene las marchas pacíficas utilizando continuamente todas las herramientas no violentas para lograr un estado de libertad, democracia y justicia contra la maquinaria militar", dijo el sindicato en la nota.
Asimismo, apuntó que desde la asonada al menos 72 personas han muerto como consecuencia de la represión de las protestas contra el golpe.
Hoy, Jartum y otras ciudades adyacentes han sido escenario por segundo día consecutivo de una jornada de desobediencia civil convocada por la alianza sudanesa de partidos políticos y organizaciones civiles Fuerzas de la Libertad y el Cambio, expulsada de los órganos de poder por los militares en la asonada.
La plataforma, junto a los denominados comités de resistencia, lanzó esta convocatoria en respuesta a la "masacre" del pasado lunes, cuando siete manifestantes perdieron la vida.
Sin embargo, el llamamiento no ha tenido mucho seguimiento, puesto que la circulación de vehículos y transeúntes ha sido la habitual, aunque en algunas zonas un número limitado de tiendas y farmacias han bajado las persianas.
Además, grupos de manifestantes han cerrado con barricadas y neumáticos en llamas varias calles en Jartum, Um Durman y Jartum Norte para denunciar la muerte de los manifestantes y para pedir un gobierno civil sin militares.
Estas violentas jornadas de represión se producen en un momento en el que representantes de la oposición, políticos y militares han comenzado un proceso de consultas auspiciado por la ONU para poner fin a la crisis en el proceso de transición a la democracia, interrumpida con el golpe militar.
