Las fuerzas de seguridad sudanesas volvieron a recurrir al lanzamiento de gases lacrimógenos y otros métodos antidisturbios para reprimir las manifestaciones.
Jartum.- Al menos un manifestante falleció hoy como consecuencia de la represión policial de las protestas que se vienen sucediendo en las calles de Sudán desde el 25 de octubre, cuando los militares perpetraron un golpe de Estado.
En un comunicado, el sindicato independiente Comité de Médicos de Sudán anunció la muerte de Mohamed Yusuf Ismail, de 27 años, que fue víctima de "una herida en el pecho cuya causa aún no ha sido determinada", mientras participaba en una manifestación en Jartum.
Ese comité, que realiza el recuento de víctimas y heridos, y presta atención médica durante las protestas, acusó a las "fuerzas golpistas" del fallecimiento del joven, que se ha convertido en la víctima mortal número 79 desde que se iniciaron las manifestaciones en contra de la toma de poder de los militares.
Las fuerzas de seguridad sudanesas volvieron a recurrir al lanzamiento de gases lacrimógenos y otros métodos antidisturbios para reprimir las manifestaciones, que aglutinaron a unas 2,000 personas frente al palacio presidencial, donde se encuentra el líder militar sudanés y cara visible de la asonada, Abdelfatah al Burhan.
Los manifestantes se congregaron en ese lugar a pesar de que las autoridades restringieran el acceso al perímetro y la designaron como "zona prohibida".
Aun así, los congregados corearon lemas como "civil, civil, no militar" o "la autoridad es la autoridad es del pueblo y los militares, a los cuarteles", y cantaron consignas para instar a los uniformados a que dejen el poder.
La respuesta violenta de los agentes se incrementó cuando los manifestantes lograron irrumpir a través de los cordones policiales y se acercaron a las inmediaciones del palacio presidencial, según constató Efe.
Por su parte, un miembro de los denominados comités de resistencia que organizan las marchas en Jartum, Hasan Omar, dijo a Efe que más de 15 jóvenes resultaron heridos y asfixiados por el lanzamiento de gases lacrimógenos.
Asimismo, la misión de la ONU en Sudán pidió en un comunicado a las autoridades sudanesas que permitan las manifestaciones "sin violencia ni represión", un llamamiento que se ha ido repitiendo constantemente por parte de organismos y la comunidad internacional, pero que ha sido desoído.
Ante la enésima convocatoria de protestas este domingo, el Comité de Seguridad del Estado de Jartum prohibió ayer las agrupaciones en el centro de la ciudad, donde se encuentran los principales puntos a los que acuden los manifestantes: el cuartel general de la Comandancia del Ejército y el palacio presidencial.
