Las familias destinan de su ingreso mensual para satisfacer su gusto por las bebidas azucaradas que ingieren constantemente.
Aunque el consumo de refrescos y bebidas azucaradas pueda considerarse un gasto mínimo para los ciudadanos, la verdad es que al realizar la suma de lo que invierten en estos productos día con día puede ser considerable, ya que los precios son pequeños pero muy frecuentes entre la mayoría de las personas.
El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) indicó que los mexicanos consumen cerca de 163 litros de refresco al año por cada persona, mientras que en promedio las familias destinan hasta 10% de su ingreso mensual para satisfacer este gasto. Como dato extra, si una familia gana 5 mil pesos al mes, son 500 pesos destinados a refresco y bebidas azucaradas.
Gastar 20 o 30 pesos en un refresco tal vez no es de gran relevancia, sin embargo, al multiplicarlo por 30 días, este capital es de 600 o 900 pesos y durante un año el dinero utilizado para esta finalidad puede ser mayor a 10 mil pesos.
Consumo. Cabe destacar que la mayoría de los ciudadanos admiten comprar este tipo de bebidas casi a diario, ya sea para la hora de comida, para la cena o solo por gusto y mencionaron para El Tiempo Monclova, que no suelen tomar conciencia del dinero que gastan en el consumo de estos productos. Por otra parte, señalaron que están conscientes de que al dejar de consumir dichas bebidas su salud y su economía se verían beneficiadas.
Motivación. Tratar de disminuir el consumo de refresco solo por tener un menor gasto puede no resultar atractivo, sin embargo si el consumidor evitara este gasto y lo ahorrara o invirtiera, a largo plazo podría destinar esa cantidad de dinero a servicios necesarios.
Inflación. La inflación en el rubro de alimentos, bebidas y tabaco se ha mantenido por encima de 10% anual desde marzo de 2022 y alcanzó su nivel más alto en julio, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad Económica (Imco). La Anpec detalló que actualmente pese a la inflación que afecta hasta 30% el poder adquisitivo de las familias, el desembolso promedio en refresco no ha sufrido una reducción significativa a lo largo del año.
Disminución. La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes explicó que la población mexicana tiene arraigado un fuerte consumo de refresco, algunas familias están optando por un consumo racionado para favorecer el ahorro.
