Por tres horas, migrantes de África y Haití se enfrentaron con piedras y palos con agentes antimotines de la Guardia Nacional (GN) en las inmediaciones de la oficina de regulación del Instituto Nacional de Migración (INM), luego de haber encontrado tirados en los cestos de basura documentos para las citas.
Un primer enfrentamiento se registró a las 14:00 horas, luego de que un migrante haitiano que había ingresado a la oficina de regulación migratoria para entregar sus documentos para tramitar su visa humanitaria; sacó de la basura del sanitario de hombres copias de documentos de trámites de citas que habían realizado migrantes de diversas nacionalidades.
Al informar sobre el hallazgo y exhibir los los documentos, los migrantes de Haití y África que se encontraban afuera de la oficina de regulación enfurecieron y empezaron arrojar piedras contra el portón y enfrentarse con elementos antimotines de la Guardia Nacional e Instituto Nacional de Migración.
Piedras, botellas, palos y diversos objetos fueron arrojados contra elementos de la Guardia Nacional e INM, quienes también respondieron con golpes a los detenidos.
Los inconformes, denunciaron que el Instituto Nacional de Migración les cobra 150 pesos por persona, incluyendo a niños para tener acceso a las citas y poder ser atendidos e iniciar el proceso de trámites de la visa humanitaria, que les permita continuar su viaje a Estados Unidos.
Tras el enfrentamiento, los migrantes bloquearon con piedras y palos la calle que comunica a la oficina de regulación migratoria e impedían el tránsito de todo tipo de vehículos, mientras quemaban llantas y ramas.
Por momentos la situación se tornaba tensa, debido a que algunos vehículos particulares, motociclistas y triciclos intentaban cruzar por el lugar; mismos que eran amenazados con ser golpeados o dañar sus medios de transportes ante la mirada de policías estatales que únicamente hicieron presencia a una distancia del lugar.
Los protestantes indicaron que esperan un diálogo con las autoridades para saber que va a pasar con sus citas, si los documentos fueron tirados a la basura.
Acusaron al Instituto Nacional de Migración de racista y de querer tenerlos contra su voluntad, como lo hace con el resto de migrantes de diversas nacionalidades que se encuentran varadas desde hace cuatro meses en esta ciudad, ubicada a unos 45 kilómetros de la frontera con Guatemala.
"Nosotros no queremos quedarnos en México, queremos ir a Estados Unidos, no tenemos dinero para seguir viviendo aquí", señalaba uno de los migrantes inconformes.
Los migrantes advirtieron que las protestas continuarán si el Instituto Nacional de Migración no los atiende y da respuesta a sus demendas.
