En el lugar, los peritos de la fiscalía hallaron casquillos percutidos
CHILPANCINGO.- Hombres armados asesinaron al comisario de la comunidad de Cuajilotla, en el municipio de Mochitlán, Guerrero, a su padre, a dos de sus hermanos y a un hombre más, la noche del sábado en uno de los bastiones de la organización criminal "Los Ardillos".
De acuerdo al reporte de la Fiscalía General del Estado (FGE), alrededor de las 11 de la noche del sábado, un grupo de hombres con armas largas, vestidos con ropa tipo militar, llegaron a la comunidad de Cuajilotla y preguntaron por el comisario.
Según el testimonio que recabó la fiscalía, los hombres armados llegaron preguntando por el comisario y después se escucharon balazos.
El comisario fue identificado como Irineo Romero Flores, su padre como Crescencio Romero y sus hermanos Guadalupe y Emilio Romero Flores, así como Ponciano Morales.
Sin embargo, hasta las 4:15 de la tarde de este domingo, personal de la FGE, soldados del Ejército y la Guardia Nacional, así como agentes de la Policía Estatal arribaron a la comunidad, donde hallaron los cinco cadáveres en un cuarto de adobe cubiertos con hierba verde “con características de la marihuana”.
Hace unos 15 días, en un camino rural que comunica a las comunidades de Tolixtlahuaca-Tejerías, en el municipio de Quechultenango, territorio de "Los Ardillos", fueron hallados seis cadáveres —dos de ellos decapitados—.
Según el reporte de la fiscalía los seis cadáveres presentaban señas de impactos de bala, cuatro tenían balazos en la cabeza y los otros dos estaban decapitados.
A unos 20 metros, afirma el reporte, estaba una camioneta blanca quemada. En el lugar, los peritos de la fiscalía hallaron casquillos percutidos calibre 7.62 x 39 mm, y. 223 mm. (R-15).
El municipio de Quechultenango, así como Mochitlán son ubicados por las autoridades como el bastión de la organización criminal "Los Ardillos".
Desde hace un par de meses, según informes oficiales, comenzó una disputa entre "Los Ardillos" y "Los Tlacos" por el control de Chilpancingo. En esta disputa han sido atacados comerciantes y el servicio del transporte público que va a la comunidad de Petaquillas, la entrada por Chilpancingo hacia Quechultenango, se suspendió por días.
Sin embargo desde hace años, no se registran asesinatos múltiples en Quechultenango. Esto puede significar la ampliación de la disputa entre ambas organizaciones criminales.
