Para muchos, Kyle Hamilton era el mejor jugador del draft, aunque las acciones del ahora ex jugador de Notre Dame.
El tiempo es el único que tiene la razón. Pero eso no nos impide analizar los potenciales ganadores y perdedores tras una nueva edición del Draft de la NFL.
Así que acá vamos, y dentro de tres años podemos comparar mis pensamientos con la producción de estos prospectos en el profesionalismo.
Ganadores
Baltimore Ravens: Nadie ha elegido mejor en el draft que los Ravens, en la última década, y este año no fue la excepción. Sus primeros cuatro picks deberían tener un aporte inmediato, y no sólo reforzaron posiciones de necesidad, sino que además obtuvieron valor en todas sus selecciones. Para muchos, Kyle Hamilton era el mejor jugador del draft, aunque las acciones del ahora ex jugador de Notre Dame, cayeron por ser un profundo en una era donde no es esa la posición más galardonada. Sin embargo, Hamilton tiene una inusual combinación de tamaño y atleticismo, y posee una versatilidad envidiable, dado que puede formar como profundo libre o fuerte e incluso como linebacker si fuese necesario; puede cubrir a los alas cerradas rivales sin problemas. Luego llegó la selección de Tyler Linderbaum, quien es por lejos el mejor centro del draft. Nunca he visto a un liniero llegar tan rápido al segundo nivel, y pese a su baja estatura, tiene un ancla ancha y gran balance debido a su pasado en lucha Greco Romana; como si fuese poco, suple una necesidad imperiosa.
