Más allá de la emoción que nos produce un buen libro, del tipo que sea, leer potencia nuestra concentración, ayuda a relajarnos y a ser más creativos
Leer es una de las actividades que, con unanimidad, puede decirse que es buena para todo el mundo y a cualquier edad. Y cuanto más se lea, mejor. Eso de “se desaconseja en personas con...” no existe en la lectura porque todo son puntos a nuestro favor.
Desde pequeños nos enseñan a leer porque la importancia que va a tener en nuestro día a día es imprescindible, pero leer por placer, porque un título te ha llamado la atención, es otra forma de cuidarse. Los médicos lo recomiendan sin miramientos, y es que además hay estudios que avalan que quienes leen mucho a diario son más inteligentes, Además, el mismo estudió determinó que aquellos niños que leían más tenían una mayor destreza no verbal, así que demostraron que la inteligencia desarrollada va más allá de la mera alfabetización.
“Hay estudios que avalan que las personas que leen frecuentemente tienen más probabilidad de que en el caso de desarrollar Alzheimer, sea en una edad más avanzada, debido a que leer fomenta y desarrolla las habilidades cognitivas como la atención y la memoria”. Cuenta una psicóloga
Cuando leemos, tenemos la capacidad de imaginar el escenario. De hecho, ¿cuántas veces se ha dicho eso de que un libro es mil veces mejor que la película? Esto tiene una explicación: quienes han leído un libro y después han visto la serie o 'film', tienen un buen motivo para quejarse porque en nuestra cabeza ya habíamos recreado cada escena y hasta teníamos un rostro para cada personaje. Esto solo explica un punto muy bueno para nuestra salud: tenemos una amplia capacidad de creación y creatividad gracias a la lectura.
Además, es una de las pocas actividades que requiere toda nuestra atención, por lo tanto, mejora la capacidad de concentración. Mientras nuestros ojos se pierden entre las líneas de una página nos despistamos con algo, muy probablemente necesitemos volver algunos párrafos atrás para no perder el hilo.
"Leer es una de mis recomendaciones por excelencia ya que a través de la lectura mis pacientes pueden conocer más sobre su problemática, tomar perspectiva y también sentirse acompañados y entendidos", cuenta que aconseja libros con alguna moraleja que sea propia para el paciente, como 'El caballero de la armadura oxidada' y reflexiones y metáforas como 'El elefante encadenado'... "Por supuesto, no es una obligación para ningún paciente en el caso de que al mismo no le guste leer, pero es muy recomendable", concluye.
No cabe duda de que leer nos ayuda a relajarnos generalmente, ya que nuestro foco se centra en un solo estímulo y empezamos a tener una sensación de calma que nos permite absorber más la información. Eso a su vez sirve para dedicar unos minutos de lectura antes de dormir ya que la relajación hace que alcancemos antes el sueño.
Estos son algunos de los muchos beneficios que tiene:
- Mejora la concentración.
- Ayuda a conciliar el sueño.
- Estimula la motivación.
- Ayuda a ser más creativos
- Es relajante.
- Mayor inteligencia.
- Mayor destreza no verbal.
Por tanto, leer nos ayuda a ser personas más cultas y nos enriquece, no sólo en vocabulario sino también en apertura mental.
