En Irlanda, los médicos tuvieron que extraerle a una mujer más de 50 pilas del intestino y el estómago. Al parecer, la mujer se las tragó conscientemente.
A la mujer, de 66 años, se le trató en el Hospital Universitario de St. Vincent en Dublín después de ingerir un número no precisado de pilas. Posteriormente, una radiografía mostró esa gran cantidad de pilas en su abdomen, aunque por suerte ninguna parecía estar obstruyendo su tracto gastrointestinal ni mostraba signos de daño estructural.
Los doctores se dedicaron a observar a la paciente de cerca para ver cuántas baterías pasarían a través del tracto gastrointestinal por su cuenta. Las radiografías tomadas durante las siguientes tres semanas mostraron que la gran mayoría de las pilas no habían podido seguir avanzando por su cuerpo.
Finalmente, a la mujer la sometieron a una laparotomía, una incisión para acceder a su cavidad abdominal. Así descubrieron que el estómago, empujado hacia abajo por el peso de las pilas, se había distendido y estirado hacia el área sobre el hueso púbico. Luego, tras un pequeño orificio en el estómago, le pudieron extraer las pilas del órgano que incluían de tipo AA y del AAA.
La última exploración de rayos X confirmó que la mujer estaba oficialmente libre de batería y tuvo una recuperación sin incidentes. La ingestión deliberada de múltiples pilas como forma de autolesión deliberada es una presentación inusual.
