La réplica de la corona de diamantes tiene historia
La corona usada por Anya Taylor-Joy en la edición de abril de 2022 de Vogue UK, es una réplica perfecta.
En la portada de la edición británica de Vogue de este mes Anya Taylor-Joy inclina su tocado -bueno, la corona de la Reina Isabel II para ser más precisos- en clara referencia al Jubileo de Platino de Su Majestad. Anya Taylor-Joy, luce una réplica de la corona real con la que todos estamos quizás muy familiarizados.
La llamamos corona, pero en realidad deberíamos decir diadema, ya que la joya en cuestión se conoce formalmente como diadema de diamante. Y puede que te sorprenda saber que esta pieza de cabeza ultra femenina -que ha adornado la cabeza de la Reina Isabel II en sellos y monedas británicas durante todo su largo reinado y que ha sido usada por las mujeres en el trono durante 200 años- fue, de hecho, originalmente hecha para un hombre.
Portadas dobles. El Rey Jorge IV (1762-1830) encargó la pieza al entonces joyero real Rundell, Bridge y Rundell para su coronación de 1821. Por supuesto, el príncipe regente, como se le conocía desde 1811 cuando se hizo cargo de la monarquía mientras su padre, Jorge III, convalecía, era famoso por su pasión de toda la vida por la joyería y el gasto excesivo en diamantes y otros lujos. Su coronación fue, como era de esperar, un evento fastuoso, y naturalmente tuvo que tener una corona espléndida para acompañarlo en su procesión a la Abadía de Westminster.
La corona. El elegante y moderno diseño en plata y oro consiste en cuatro cruces y ramos de flores que representan tres de los países del Reino Unido: un cardo para Escocia, una rosa para Inglaterra y un trébol para Irlanda. Cuenta con 1,33 diamantes, incluyendo un gran diamante amarillo de 4 quilates en la cruz central, y 169 perlas naturales alrededor de la base. Al final, la diadema delicadamente trabajada apenas era visible en el día de la coronación, ya que el príncipe regente la combinó con un enorme sombrero de terciopelo con plumas de avestruz antes de llegar a la ceremonia.
¿Cuánto cuesta? La factura de la diadema ascendió a la entonces impresionante suma de 8,216 libras esterlinas. Esto incluía un cargo de préstamo de 800 libras por los diamantes, ya que las piedras se compraban regularmente para su uso exclusivo en las coronaciones, hasta el reinado de la Reina Victoria. Sin embargo, no hay ninguna señal de que esta obra maestra del engaste de diamantes haya sido alterada o que sea una modificación de otra. Igualmente, no hay evidencia de que el rey comprara las piedras directamente para su coronación, por lo que podría ser que la norma haya sido evadida con un discreto trueque de piedras viejas de su ya extensa colección.
Reina Isabel II. la llevó por primera vez en el viaje hacia y desde la Apertura Estatal del Parlamento en noviembre de 1952, durante el primer año de su reinado, y luego en el camino a la Abadía de Westminster para su coronación el 2 de junio de 1953. Siempre la ha usado para ocasiones de Estado y retratos oficiales desde entonces, incluyendo uno por Lucian Freud.
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