"Mi trabajo en las gradas es que la afición se prenda"
Hace tres años, Carlos Javier Román Zerr representa la mascota del equipo profesional de béisbol Acereros de Monclova. Hacer mímica para mantener activos a los aficionados no le cuesta mucho trabajo porque es actor amateur y con mucha condición física.
Ser la botarga de Acereros representa toda la Furia Azul, la fortaleza del cuerpo y de la mente. Monclova ya fue campeón. Nuestro trabajo es motivar a la gente desde las gradas y a su vez, ellos a los jugadores para lograr otro campeonato. El Tiempo charló con la mascota.
Tal vez muchos jóvenes quisieran estar en tu lugar como mascota de un equipo profesional de béisbol. ¿Qué representa para ti?
“Llevo ya tres temporadas como botarga. Representa para mi toda la Furia Azul, la fortaleza del cuerpo y la mente. La llama que llevo en mi cabeza simboliza un horno”.
Ser la botarga del equipo de béisbol es un emblema también para la afición. ¿Cómo llegaste al equipo?
“Hace tres años existía una mascota, pero por cuestiones personales no pudo asistir. Luego participé en un casting. Consistió en la parte actitudinal, hay que tener afición por la furia, por todo lo que representa el equipo”.
Monclova ya obtuvo un campeonato. ¿Cuál es el trabajo de una mascota para ayudar a obtener un título más?
“Yo voy hacer mi trabajo para que la afición y el equipo sean uno y tengan la energía suficiente para llegar al campeonato”.
Trabajar en las gradas con los aficionados es un tanto complicado. ¿Cómo los animas para que impulsen a los jugadores?
“El deporte y el béisbol me apasionan mucho y la parte actitudinal es importante. Me gusta bailar, llamar la atención, estar con la gente, hacer bulla, y para ello se requiere estar bien físicamente”.
Durante la temporada de béisbol hay días muy calorosos hasta más de 35 grados. ¿Es incómodo estar dentro, en medio de trapos y material?
“Usar la botarga no es sencillo. Es agotador, cansado por el calor. Entonces hay que tener la capacidad física para estar aquí dentro de la botarga y moverte durante varias horas. Sin embargo, hay que divertir a la afición”.
El juego de béisbol es normalmente de casi cuatro horas. ¿Cuál es el show principal para entretener a los aficionados?
“Mi compañero Ganancio, la otra botarga de Acereros mostraremos ahora algunos números de baile que por la situación de la pandemia hubo ciertas restricciones. Tenemos varias sorpresas para cuando arranque la temporada”.
Una botarga no habla, tampoco grita mientras anima a los aficionados. ¿Es difícil la mímica para contagiar a los aficionado dos?
“Son los movimientos gráficos que hacen divertir a la gente. A mí me gusta la actuación. Actúo en teatro y eso me ayuda mucho en la expresión física, y como no puedo hablar en el show, puedo utilizar todo mi cuerpo con expresiones físicas como si estuviera haciendo mímica”.
A los jugadores les gusta mucho bromear entre ellos mismos. ¿Cómo se llevan contigo?
“Me llevo bien. Hay unos que les gusta el cotorreo, son un poquito llevados, pero así somos. Todo es muy ameno entre la directiva, jugadores y las mascotas y todos trabajamos para buscar un campeonato”.
Son demasiados jugadores y cuerpo técnico. ¿Quién es el jugador más pesado o bromista?
“Huuuuyyyy es bien difícil. Hace casi dos meses tuve la oportunidad de estar en un evento con el jugador ‘Peggy Time’. Es muy buena onda, es muy chévere, pero también hay un poquito más de diversión. Todo es sana burla. Serios no hay muchos lo que los divide es la barra del lenguaje”.
Don Gerardo Benavides es el dueño del equipo. ¿Cómo te llevas con él?
“Pues es el jefe, es el padrino y uno se lleva bien. Es muy amable, muy honesto y nos exige lo mejor y uno tiene que darlo todo porque somos un equipo de campeonato”.
En la vida. Se gana y se pierde. ¿Cómo mascota, que se siente cuando impulsaron al equipo, pero finalmente perdió?
“Ufff. Es difícil. Nuestro trabajo es que la afición se prenda. Todo es psicológico. A veces se gana a veces se pierde, pero uno siempre tiene que ser acerero de corazón, no dejar de impulsar al equipo”.
