“El buen periodista es ante todo buena persona”.
Un hombre fuerte, decidido y siempre disponible para ayudar. Como dice Gabriel García Márquez una mala persona no puede ser periodista, y Homero Estrada es así, siempre entregado en cada uno de sus proyectos personales y laborales. Con muchísimos años de experiencia en el periodismo en todos los ámbitos, hoy sigue siendo uno de los líderes de información de la "vieja guardia" en Monclova.
Periódico El Tiempo de Monclova tuvo una amena charla con él, quien nos compartió anécdotas y situaciones que lo han hecho forjarse como un buen reportero y una buena persona. También incursionó en la política, pero desde una trinchera bastante social, como director de Protección Civil, en el 2010 cuando en Monclova llegó el huracán "Alex", cuando el cerro de "La Gloría", se incendió y arrasó con mucha flora y fauna, así como muchos otros acontecimientos que dice lo convencieron, que simplemente nació para servir.
Usted tiene 28 años, como periodista. ¿Cómo ha nutrido esa sabiduría?
“Leyendo todos los días, empapándome de toda la información, nacional, local, internacional y estar siempre al día, no por cubrir una fuente hay que quedarse solamente con la lectura de lo que escribíamos, si no leer todo el entorno, para formar un poco más de criterio e ideas dentro del periodismo”.
Ingresar a un medio de comunicación es difícil para muchos ¿Cómo logro ingresar usted?
“En 1988 aproximadamente, estaba yo como voluntario en el cuerpo de Bomberos y me volví auxiliar de la sección policíaca del periódico El Tiempo siendo Miguel Ángel Almanza, responsable de la sección, posteriormente empecé a redactar hasta que en 1993 o 1994, ya estaba directamente trabajando”.
En su larga trayectoria a cubierto muchos sucesos importantes. ¿Alguno de ellos lo ha marcado o dejado alguna experiencia amarga?
“El perder a compañeros en la explosión de Celemania en especial a Carlos Ballesteros, quien era corresponsal del noticiero que conducía y tener que informar del hecho terminando con un nudo en la garganta, es una de las experiencias que me marcaron de por vida y al día de hoy aún duele; El estar de frente al dolor de las familias de pasta de conchos donde mueren 65 mineros en una cobertura que nos mantuvo en el sitio desde que se dio la tragedia hasta que declaran que los cuerpos no podrían ser rescatados, experiencias que marcan la trayectoria”.
En el periodismo se cubren diversas fuentes de información. ¿Cuál de ellas cubrió primero y cual le ha gustado más?
“Inicié cubriendo la sección policíaca casi por 9 años, después cubrí la fuente de política, social, iniciativa privada, pero sin duda la que más me ha gustado, precisamente fue policíaca, por la adrenalina que genera cubrir dicha fuente”.
El periodista tuvo que enfrentar la pandemia de frente para poder informar en tiempo y forma ¿Cuál fue su experiencia y como logro evitar el peligro?
“Era una situación difícil, más miedo que otra cosa caótica, por toda la información que se generaba y se daba en ese momento y bueno tratando a toda costa de proteger a mi familia primero, con lo que se tenía que era el cubre bocas, gel antibaterial, llegar a casa y cambiarte de ropa, después de los cuatro meses de la pandemia tener que trasmitir desde casa, porque la situación se volvió más difícil, pero nunca deje de informar”.
Dentro del ámbito como periodista hay reconocimientos, ¿Con cuántos cuenta hasta el día de hoy?
"Mi mayor reconocimiento ha sido el estar dentro del momento que se genera la información, he tenido algunos reconocimientos por la iniciativa privada, por algunas escuelas a las que me han invitado hablar de periodismo."
La vida se construye de sueños. ¿Cuál es el mayor sueño de Homero Estrada?
“Uno de mis mayores sueños es ver realizada a mi familia ver crecer a mis hijas a mis nietos y de cierta manera es seguir siendo periodista hasta el último día de mi vida.”
Por último ¿Qué les aconsejaría a los reporteros, que apenas están incursionando en el periodismo?
“Que traten de estar al día que lean mucho, recuerdo que uno de los consejos que nos daban los reporteros de la "vieja guardia", mis directores que en aquel tiempo uno fue Don Fidel Ortiz, era leer todos los periódicos, leer toda la información, nacional, local, internacional y estar siempre al día, para formar un poco más de criterio e ideas dentro del periodismo”.
