Ya solo queda un episodio para que La casa del dragón ponga fin a su primera temporada y, por lo pronto, los Hightower han tomado la delantera nombrando a Aegon Targaryen (Tom Glynn-Carney) rey de los Siete Reinos tras la muerte de Viserys (Paddy Considine).
Con Rhaenyra (Emma D'Arcy) y Daemon (Matt Smith) en Rocadragón, ajenos a lo que pasa en Desembarco del Rey, Alicent (Olivia Cooke) y Otto Hightower (Rhys Ifans) se han asegurado la alianza de los señores de Poniente para que Aegon herede el Trono de Hierro en lugar de su medio hermana.
En el episodio 9, Alicent trata de convencer a Rhaenys Targaryen (Eve Best), prima de Viserys, para que se una a su causa. Sin embargo, y pese a las diferencias que pueda tener con Rhaenyra, Rhaenys opta por huir de la Fortaleza Roja, no sin antes colarse en Pozo Dragón durante la coronación de Aegon y demostrar su poder a lomos de Meleys.
Así, cuando Aegon se pone la corona, el suelo se abre y el dragón de la protagonista, vestida con armadura roja y plateada, irrumpe en la sala destrozándolo todo a su paso. Alicent, convencida de que esta va a acabar con su primogénito, se interpone en su camino.
Junto a ellos, vemos a Otto, Criston (Fabien Frankel) y Aemond (Ewan Mitchell), con quienes la bestia alada podría acabar en un abrir y cerrar de ojos, poniendo fin a la disputa dinástica que se avecina. Sin embargo, Rhaenys, lejos de pronunciar "Dracarys", decide darse media vuelta y huir volando del lugar.
Si bien esta decisión puede sorprender a muchos espectadores, estamos hablando de un personaje que siempre se ha mostrado prudente y estratega, un personaje mucho más astuto que cualquier otro miembro de su linaje. Rhaenys entiende que no es ella quien debe dar comienzo a la guerra civil entre los Targaryen.
A su vez, la princesa que pudo reinar ha demostrado su poder: si sus adversarios siguen con vida es porque ella lo ha decidido así antes de marcharse presumiblemente a Rocadragón para avisar a Rhaenyra de lo ocurrido. El personaje se ha sumado al bando de la hija de su primo, dejando que la heredera legítima dé comienzo a la trifulca.
Además, Rhaenys sabe que, de haber acabado con los Hightower y sus aliados en ese instante, habría provocado miedo entre la población, convirtiendo a Rhaenyra en la tirana que nunca ha querido ser.
¿Qué pasará ahora?
En una entrevista para EW, Eve Best se ha referido a esta escena "cumbre": "Es el momento en el que demuestra que es la mejor monarca posible. Es la acción más escandalosa y explosiva de la temporada. De alguna manera, también es el acto más misericordioso y elegante".
"Lo es porque ella es muy inteligente y al final elige hacer lo correcto, que es no destruir", ha seguido explicando la actriz: "Es un momento de clemencia, un momento como de amor, de alguna forma rara. Tiene toda la munición y el deseo de venganza es gigante. Ha sufrido muchas pérdidas y el deseo de destrozar es fuerte. Pero, aún así, la elección de no destrozar es más fuerte".
"Eso es la marca de la grandeza y un momento muy inspirador. Creo que resuena con el contexto en el que estamos ahora en nuestro mundo con todo lo que pasa con Rusia. La decisión de no lanzar la bomba es la mejor decisión", ha concluido.
En Fuego y sangre, novela de George R.R. Martin en la que se basa La casa del dragón, no encontramos esta secuencia en la que Rhaenys muestra su poder ante los Hightower. Sin embargo, su papel sigue siendo crucial en la Danza de los Dragones que se avecina, en la que peleará en el consejo negro de Rhaenyra a lomos de Meleys. Rhaenys será una figura clave en la batalla e incluso liderará el conejo de guerra cuando Rhaenyra pierda a su hijo Lucerys (Elliot Grihault).
