Israel considera a Irán como una amenaza existencial y se opone a cualquier pacto con la República Islámica.
Teherán,- Irán calificó hoy de traición y puñalada a Palestina la participación de cuatro países árabes en la que denominó “cumbre del mal” celebrada en Israel y llamó a oponerse a la que califica como "conspiración sionista-estadounidense".
“Cualquier intento de normalizar las relaciones con los terroristas sionistas e invasores de Jerusalén es una puñalada en la espalda del oprimido pueblo palestino”, dijo en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Jatibzade.
El portavoz calificó de traidores a Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin, Egipto y Marruecos por participar junto con Estados Unidos e Israel en la Cumbre del Néguev, en la localidad israelí de Sde Boker los dos últimos días.
A esa cumbre asistieron los jefes de la diplomacia de esos seis países para formar un frente común frente a Irán, entre otras cuestiones, cuando las negociaciones para restaurar el pacto nuclear de 2015 parece que se encuentran cerca de finalizar.
Jatibzade calificó el encuentro como "cumbre del mal" y llamó a los países de la región a unirse para hacer frente a la "conspiración sionista-estadounidense".
“La República Islámica de Irán está dispuesta a cooperar con los países de la región para contrarrestar la conspiración sionista-estadounidense en la creación de la discordia y la propagación de la inestabilidad”, dijo el portavoz.
Israel considera a Irán como una amenaza existencial y se opone a cualquier pacto con la República Islámica.
Irán negocia con Alemania, Francia, el Reino Unido, Rusia y China, con la participación indirecta de Estados Unidos, para restaurar el acuerdo nuclear de 2015 que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones.
Tras 11 meses de duras negociaciones aún no se ha llegado a un acuerdo, algo de lo que Teherán a acusa a Washington.
El ministro de Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, ha dicho en los últimos días que entre las cuestiones pendientes más importantes para salvar el acuerdo se encuentran las sanciones a la Guardia Revolucionaria, cuerpo militar sancionado por Estados Unidos desde 2019.
Ese cuerpo militar afirmó a mediados de mes que había bombardeado un centro israelí en Erbil, al norte de Irak.
