En pacientes que sufren de gota o ácido úrico en la sangre, controlar el consumo resulta fundamental.
La abstención de carne roja en temporada de cuaresma es una costumbre que resulta saludable, indicó la titular de Educación Clínica del Hospital General de Zona (HGZ) No. 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Beatriz Cecilia Franco Vergara, quien recomendó controlar el consumo en esta y en cualquier época del año.
Recurrir al pollo, pescado y acompañar con verduras es una excelente alternativa para evitar los excesos en esta temporada del año, consideró.
Porciones. A decir de la especialista, el controlar las porciones de la carne roja y cambiar algunos ingredientes de los platillos tradicionales para reducir la ingesta calórica, es fundamental para prevenir complicaciones de salud en personas con diversos tipos de padecimientos como la gota, que es una enfermedad metabólica que se desarrolla por el aumento de la concentración de ácido úrico en la sangre (hiperuricemia); los pacientes con esta condición deben adoptar una dieta baja en carnes rojas, vísceras, caldos y disminuir sobre todo el consumo de cerveza, recalcó.
En general, es fundamental evitar la ingesta abundante de capeados, frituras, empanizados, crema, mayonesa, mantequilla y tostadas fritas, y moderar el consumo de bebidas alcohólicas porque contienen calorías sin ningún aporte nutrimental. Llamó también a las personas que se interesan en cuidar su peso y su alimentación a no abandonar los buenos hábitos alimenticios y acudir con su médico familiar para que los orienten, deriven a nutrición y sigan un plan saludable.
Asimismo, recordó que las calorías que debe consumir una persona dependen del gasto de energía diario y varía de acuerdo con su peso, edad, estatura, sexo, actividad física, ocupación, estado de salud o enfermedad, entre otros.
En los pacientes con niveles elevados de ácido úrico se recomienda realizar ejercicio y mantener una hidratación del cuerpo con líquidos, porque esto les ayudará a mantener una presión arterial adecuada.
Balance. “Una comida sin carne de vez en cuando es totalmente segura. De hecho, la mayoría de las personas no obtienen suficiente fibra y podrían beneficiarse al incorporar más verduras en su dieta”, finalizó.
Estadísticas. Hace unos meses un controvertido estudio afirmaba que era innecesario modificar la dieta y reducir el consumo de carnes, especialmente las rojas y procesadas, porque no parecía haber una relación entre su consumo y algunas enfermedades. Pero ahora, un nuevo estudio y realizada en casi 30.000 personas, y cuidadosamente diseñado, sí vincula el consumo de carne roja y procesada con un riesgo ligeramente mayor de enfermedad cardíaca y muerte.
Los investigadores de la Universidad Northwestern y la de Cornell (EE.UU.) han comprobado que el consumo de dos o más porciones de carne roja, carne procesada o aves de corral a la semana se relacionaba con un riesgo de enfermedad cardiovascular de un 3 a 7% mayor, mientras que comer dos porciones de carne roja o carne procesada, pero no aves o pescado, semanalmente se asoció con un riesgo un 3% mayor de todas las causas de muerte. “Se trata de un riesgo bajo, pero vale la pena intentar reducir nuestro consumo de carnes rojas y procesadas”, afirma la autora principal del estudio, Norrina Allen, que recuerda que el consuno de este tipo de carne también se relaciona con otros problemas de salud, como el cáncer.
Según el investigador principal del estudio, Victor Zhong “hacer cambio en el consumo de estos alimentos puede ser importante”.
