Desde esa la fecha se establecieron las colonias Federico Berrueto, Lomas Verdes y más.
Desde 2008 las autoridades detectaron el crecimiento urbano como una amenaza para el área natural protegida de la sierra de Zapalinamé; sin embargo, se siguieron autorizando fraccionamientos.
De acuerdo con el Plan Quinquenal de Conservación 2008-2012 de la Zona Sujeta a Conservación Ecológica Sierra de Zapalinamé, y a través de un programa operativo de trabajo del área encargada del Desarrollo detectó dos amenazas que la ponían en riesgo. Entre las 14 problemáticas encontradas, se mencionan el crecimiento de la mancha urbana hacia el sur y oriente de la ciudad, y la sobreexplotación de los acuíferos.
No obstante. Del 2008 a la fecha se establecieron las colonias Federico Berrueto, Lomas Verdes, Portal de las Lomas, Teresitas, Nuevo Teresitas, Colinas de San Lorenzo, San Lorenzo, Las Rosas, Niños Héroes, Niños Héroes Ampliación, Lomas del Refugio y Parajes de Santa Elena.
Este plan quinquenal, establecido en 2008, y que tendría duración hasta 2012 continuó su marcha con el antecedente, nueve años antes. A partir de la firma de un acuerdo de colaboración el 31 de octubre de 1996 cuando se nombró a la Asociación Civil Protección de la Fauna Mexicana (PROFAUNA) como encargada de la operación del Área Natural Protegida, instancia que inició funciones en mayo de 1997.
Sin embargo, existen indicios de que, desde entonces se detectó como un riesgo el crecimiento de la zona habitacional hacia la parte alta de la sierra de Zapalinamé.
Esta serranía, cuyo frente da al oriente de Saltillo explican los especialistas ambientales, es un área superior a las 25 mil hectáreas que abarca los municipios de Saltillo y Arteaga.
Y que, de acuerdo con el Decreto Federal del 96 se le impuso a la Sierra de Zapalinamé el carácter de área natural protegida.
En otras palabras, esta amplia extensión territorial de suma importancia para el ecosistema de la región es su principal abastecedor de agua potable, proveniente de tres acuíferos que la cruzan de manera subterránea y oxígeno, y abarca desde la carretera 54 por la vía a Zacatecas al sur para extenderse hacia el noreste y terminar en la carretera 57, en un paraje conocido como La Herradura-Pino Gacho en Arteaga.
En el Plan Quinquenal de Conservación, desde sus inicios, se diseñaron los proyectos y acciones específicas de los programas operativos anuales (POA), los cuales estuvieron a cargo del personal del PROFAUNA, organismo que, desde el 98 cuando se publicó del Programa de Manejo, basó sus actividades en diversos subprogramas con el fin de establecer diversas líneas de acción para proponer soluciones a la problemática detectada.
