Una multitud de personas se dieron cita este día 2 de noviembre a los panteones para visitar las tumbas.
Desde las primeras horas los panteones de Piedras Negras se llenaron con cientos de familias que acudieron a visitar a sus fieles difuntos, quienes aprovecharon para rezar, limpiar, pintar y adornar las tumbas con arreglos florales para sus seres queridos. En el caso de la señora María teresa Hernández Briones y Juan Rodríguez Mendoza, quienes cada año acuden a visitar a dos de sus hijos que desafortunadamente se adelantaron en el camino.
“Sí, cada año tratamos de componerle todos los detallitos, repararla y dejarla muy bien arreglada, venimos muy seguido, no solo el día de muertos”, señaló.
Altar. “Es muy difícil, pero tratamos de pasar un rato con nuestros hijos que aquí descansan, tratamos de estar todo el día con ellos, anteriormente les hacía su altar, recordándolos con la comida que a ellos les gustaba y con las cosas que les gustaba hacer, pero este año no pude hacerles”, comentó. Asimismo, recalcó que año con año visita la tumba donde se encuentran sus hijos, en ocasiones son acompañados por sus nietos, quienes nos acompañan a rezar y arreglar las flores para su padre y tío. Posteriormente, la señora María Esther Leiva, viene desde San Antonio, Texas acompañada de su hermana, y demás familia, para visitar a la tumba de sus abuelos, padres, hijos, nietos, bisnietos, entre otros familiares que descansan en el Panteón Municipal de esta localidad. Agregó que en la temporada de los festejos del día del padre y de la madre, también acostumbran a visitar la tumba de sus familiares, esto, con la finalidad de honrar su memoria y que de mantener en buenas condiciones la tumba.
Familia. Añadió que, desde hace un tiempo, contrataron a una persona para que remodele la tumba donde descansan sus familiares. Asimismo, dijo que se busca que sus hijos y nietos continúen con esta tradición, la cual es común que la realicen, ya que posteriormente a la visita al camposanto, la familia se reúne para degustar la comida que les gustaba mucho a sus difuntos, como el mole, pollo, bistec ranchero con tortillas de harina, entre otras. Recalcó que esta tradición la realizan cada año, la cual se espera continuar realizando, por lo que recordó que anteriormente llevaban comida al panteón para compartir un rato con las personas que tanto querían, misma que desde la pandemia, ya no se puede hacer.
