Seguir una alimentación costera y asegurar el aporte de vitamina D son dos aspectos importantes para prevenir el deterioro cognitivo y, con él, enfermedades como el Alzheimer.
En un estudio publicado en la Revista Médica Clínica Los Condes, señala que "se ha ido acumulando evidencia de que aplicar cambios en el estilo de vida, como la práctica de actividad física, seguir una dieta mediterránea y corregir la deficiencia de vitaminas como la D puede ser de ayuda para evitar enfermedades neurodegenerativas, siendo su paradigma la enfermedad de Alzheimer".
Sardina
"Los ácidos grasos omega-3, cuya función es recubrir las neuronas, ya que ayudan la plasticidad sináptica y ayudan a las funciones cognitivas del cerebro, es decir, la funcionalidad de este", explica León. Estos se ven en diferentes alimentos, desde el aceite de oliva al aguacate o los frutos secos, además de los pescados azules.
Nueces
Las nueces no solo son ricas en ácidos grasos omega-3, sino que también son una buena fuente de vitamina E, un fuerte antioxidante. La investigación de la Universidad Estatal de Oregon publicada en la revista The Journal of Lypid Research concluye que la vitamina E es crucial para el funcionamiento del cerebro, puesto que una deficiencia de esta reduce hasta en un 30% los niveles de DHA-PC, un componente de la membrana celular de las neuronas cuyo déficit se asocia con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer.
Frutos rojos
Las fresas, arándanos, frambuesas o moras deben ser integradas a los potentísimos de antioxidantes. "Las moras son ricas en resveratrol, un antioxidante muy potente que ayuda a reducir la inflamación", comenta León. Así lo dicen numerosos estudios, entre ellos uno elaborado por científicos de la Universidad de Cincinnati, que tras administrar arándanos liofilizados a un grupo de sujetos, concluyeron que estos mejoraban hasta en un 72% tareas como el aprendizaje de listas, el dibujo lineal simple, la memoria visoespacial y las labores de acceso semántico.
Aguacate
"Los ácidos grasos monoinsaturados presentes en comidas como el aguacate o el aceite de oliva virgen extra, además de mejorar la presión arterial, también mejoran la función cognitiva y el deterioro cognitivo", explica León. Es conveniente, por tanto, desterrar aquella vieja creencia de que la mejor dieta es la que restringe el consumo de grasas, puesto que los últimos estudios científicos coinciden en que el organismo necesita grasas de buena calidad, como las presentes en estos alimentos, para un correcto funcionamiento.
