En algunas publicaciones incluso se aseguró que el apagón tendrá una duración de dos semanas. 

A través de redes sociales, principalmente en Twitter y TikTok, círculo en la última semana la versión alarmista de que el mundo se quedará sin internet este sábado 20 de agosto; en algunas publicaciones incluso se aseguró que el apagón tendrá una duración de dos semanas.

Lo anterior provocó que el tema se posicionara en tendencias y los primeros lugares de búsqueda en los navegadores, no obstante, todo se trata de un mal entendido, a continuación, te contamos la razón.

¿Cierto o falso que el planeta se quedará sin internet?

El argumento bajo el que se fundamentó el supuesto apagón es la tormenta solar de la que la Tierra es víctima. El pasado 17 de julio la científica y asesora de la NASA, Tamitha Skov, alertó sobre una tormenta solar que golpearía la tierra desde este viernes 19 de agosto; en el breve mensaje detalló que los usuarios de radio y GPS sufrirán de afectaciones en los servicios.

Además, de acuerdo con el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC), las ondas de la tormenta solar llegarán a la tierra este viernes y durante el sábado. Las predicciones o pronósticos son posibles gracias a un sistema de monitoreo ininterrumpido a la superficie del sol, la cual permite detectar las alteraciones.

La tormenta y el aviso de la científica Tamitha fueron interpretados como una profecía, por lo que el tema comenzó a ser tergiversado, y aunque la desaparición del internet es falsa, el planeta no se exenta de alteraciones en las comunicaciones, tal es el caso de pérdida de señales de radio o daños en satélites, no obstante, la magnitud no llega al grado de generar un apagón masivo como se especuló.

¿Qué es una tormenta solar?

Una tormenta solar es una explosión en la superficie del sol que se produce cuando de manera repentina se libera energía magnética acumulada.

De tal forma que el material calentado a millones de grados comienza a emitir radiaciones electromagnéticas que pueden tener diferentes alcances, ya que viajan por el cosmos a una velocidad de entre 300 y mil kilómetros por segundo, llegando a la Tierra en promedio en un día.