Todo tipo de hechos desgraciados como incendios, muerte y destrucción suceden alrededor de las pinturas realizadas por Bruno Amadio
“El niño que llora” es una reproducción de un cuadro del pintor italiano Bruno Amadio mejor conocido como Giovanni Bragolin y que suma una serie de tragedias en las casas donde se ha colocado.Ya sea el original o una reproducción, causa el mismo efecto en el lugar que se encuentre.
En la década de los 80´s, el periódico The Sun en Reino Unido, dio a conocer una historia relacionada con una de las pinturas de Bragolin, un incendio consumió la casa del matrimonio de Ron y May Hall en Rotherham Inglaterra.
En septiembre de 1985, la casa quedó en cenizas, no así el cuadro de “El niño que llora”, siendo la única pieza de la casa que quedó intacta. La pareja culpó al cuadro por el incidente. El oficial de bomberos, Alan Wilkinson dio más vuelo a la historia de la maldición, al señalar que no era la primera vez que durante un incendio lo único que se salvaba de las llamas era una reproducción de los cuadros de “los niños llorones” de Amadio, y aunque no pudo explicar los hechos, descartó cualquier conexión con lo sobrenatural.
A finales de 1985, el mismo periódico organizó quemas masivas de los cuadros enviados por sus lectores. Sumaron en total 27 diferentes pinturas del pintor con rostros de niños llorando, y la de “El niño que llora”, fue la más popular; además en la época circulaba el rumor de que fue esa misma pintura la que regaló Amadio a un orfanato durante la segunda guerra mundial, en el que también ocurrió un incendio terrible que terminó con la vida de sus ocupantes.
EL PACTO
A decir de muchos, Amadio hizo un pacto con satanás antes que morirse de hambre, pues nadie quería comprar sus obras. El pintor italiano nació en 1911 y murió en 1981 y se hizo famoso tristemente por crear una saga de 27 cuadros basados en retratos realistas sobre la temática de “niños llorones”.
Lo que intentaba era mostrar el sufrimiento padecido por las criaturas huérfanas, retratadas en distintos orfanatos durante la Segunda Guerra Mundial. Se rumoreaba que se exilió por los crímenes de guerra cometidos durante la contienda mundial y fue justo el período en el que comenzó a pintar la serie de cuadros de chicos llorando.
SUS OBRAS
Su primer cuadro lo pintó en un orfanato entre los años 39 y 42, al terminar la obra el lugar ardió en llamas cobrándose la vida de varios chicos y trabajadores del lugar. Milagrosamente, el cuadro no sufrió ningún daño.
La leyenda cuenta que el espíritu del niño tomado como modelo, quedó aprisionado en el cuadro y que por las noches se escucha su llanto en las casas que tienen colgadas algunas de las 27 piezas de esta singular colección.
La única imagen del pintor que existe, es la de la de una foto en blanco y negro, un poco borrosa, pero en la que se puede apreciar bien su rostro.
Algunos afirman que al desplazarse por la habitación en que se encuentra un cuadro colgado, si se mira fijamente a los ojos del niño, parece como que los ojos te siguen, como si tuvieren vida.
Solo algunos investigadores y estudiosos de lo paranormal se aventuran a teorizar que lo más aproximado, para ellos es que, en efecto, el espíritu del chico quedó atrapado en el cuadro, y como tiene mucho dolor y sufrimiento, es lo que transmite al lugar en que se encuentra.
