El empleo tiene un impacto positivo en el bienestar emocional de las personas con problemas de salud mental. Por el contrario, la pérdida del puesto de trabajo tiene un efecto devastador, siendo su impacto sobre el estado emocional superior al asociado a su consecución.
Por ello son necesarias acciones de apoyo al mantenimiento del empleo. Así lo muestran los resultados del estudio ‘Empleo y bienestar emocional’, desarrollado por una Fundación con la participación de 700 personas con y sin diagnóstico de trastorno mental.
“hay que romper con el estigma social que impide que las personas con problemas con salud mental se incorporen al mercado laboral y sensibilizar a las empresas para que incluyan la diversidad en relación a la salud mental en sus plantillas”. Explico uno de los científicos
como concluye el estudio, tener un empleo remunerado se asocia con un mayor bienestar emocional, y las personas con empleo remunerado tienen una percepción de mayor bienestar psicológico que las desocupadas con independencia del diagnóstico, la discapacidad o que el empleo sea ordinario o protegido.
“el empleo favorece la salud y la recuperación de las personas con problemas de salud mental, siempre que las empresas empleadoras sean organizaciones saludables. Además, es un potente factor de protección ante las crisis emocionales, como la recientemente sufrida por la pandemia”. Indicaron los expertos
Por todo ello, entre todos tenemos que construir ese mundo inclusivo en el ámbito laboral tan necesario y, por supuesto, las políticas de empleo influyen para conseguirlo. Como Administración se tiene la misión de ayudar a las entidades y empresas para conseguirlo.
