Se dice fácil, pero para que un patinador mexicano volviera a los grandes escenarios de hielo tuvieron que pasar 30 años.
Los sueños olímpicos comienzan con una imagen. Una rutina, una medalla, un deportista que llora porque todo aquello por lo que trabajó de pronto se hizo realidad. De todos esos momentos está conformado el patinador Donovan Carrillo, quien, a sus 22 años, está a punto de competir en sus primeros Juegos Olímpicos.
Se dice fácil, pero para que un patinador mexicano volviera a los grandes escenarios de hielo tuvieron que pasar 30 años. El recuerdo de Ricardo Olavarrieta en Albertville es lejano, pero Donovan está listo para que el impulso les llegue a las nuevas generaciones y, sobre todo, vean que no existen los límites.
“En el 2010 yo tuve la oportunidad de soñar y decir algún día voy a llevar la bandera de México a unos Juegos Olímpicos, ahora ya estoy del otro lado y buscar inspirar a más niños y niñas mexicanos a que se atrevan a experimentar lo que son los deportes de invierno es otra de mis metas, yo creo que como mexicanos somos capaces de lograr muchísimas cosas y el claro ejemplo de lo que hemos estado haciendo mi entrenador y yo, con todas las competencias internacionales, es la prueba de que sí se puede, todo esto es algo que, a pesar de que sea una experiencia nueva, nuestra participación, estamos muy contentos, agradecidos y motivados para hacer historia para nuestro país”, expresó en conferencia de prensa virtual.
