Gracias a la tecnología del ADN, recientemente se pudo dar nombre al cadáver encontrado por la policía en 1974.
Un cadáver de una niña amarrado a un árbol fue encontrado por la Policía de Florida en 1974 en la zona de Burntt Bridges pero nunca se conoció su identidad hasta ahora.
El caso se volvió mediático en su tiempo pues no se resolvieron las preguntas acerca de la identidad de la joven, de su culpable o los motivos del asesinato. Casi medio siglo después con ayuda de la tecnología, la policía pudo dar respuesta a estas interrogantes.
La desaparición de quien ahora se sabe fue Susan Poole con 15 años de edad fue denunciada un año y medio antes del hallazgo de su cuerpo, en 1972 por sus familiares. Hoy se les busca para comunicarles sobre el hallazgo, se desconoce si aún se encuentren con vida.
Susan abandonó a su familia y estudios en 1972 y estuvo viviendo con familiares cerca de Fort Lauderdale y en casa de un amigo por la zona, sin embargo desapareció poco después, su ropa y su cartera se quedaron en el apartamento del amigo.
Nadie supo de ella después.
En 1974 cerca de Palm Beach, la policía encontró restos humanos atados con alambre a un árbol, solo quedaban restos óseos, el cuerpo no pudo ser identificado hasta ahora gracias a la tecnología del ADN.
El caso se reabrió en 2015 con el fin de analizar los restos y determinar la identidad, sin embargo, los investigadores no pudieron resolver el caso hasta hoy gracias al esfuerzo de un laboratorio forense de Othram con sede en Texas quien proporcionó los nombres de padres y hermanos de la víctima.
La forma en que fue hallado el cadáver de Susan Poole recuerda a la manera de actuar del asesino en serie, una forma similar a la que encontraron a las jóvenes asesinadas en 1973.
