Florentino Pérez quiere dejar las cosas claras. El Real Madrid tiene una nueva política de fichajes que ya se podía intuir con los traspasos de Eduardo Camavinga y Aurélien Tchouaméni, que han llegado al club para ser el reemplazo de los jugadores más veteranos en el centro del campo y que son realmente jóvenes. La premisa en materia de fichajes para el Real Madrid será totalmente diferente.
El último ejemplo que ha hecho que la planta noble del Bernabéu se decante y decida aceptar esta idea de Florentino Pérez es el caso de Eden Hazard. Aunque ya era un jugador consolidado y realmente contratastado en la jerarquía futbolística, su llegada al Real Madrid provocó una serie de problemas físicos que le han vuelto totalmente irrecuperable para el proyecto deportivo blanco: más de 100 millones de euros desperdiciados.
Por contra, Vinícius Jr. solo costó 45 millones de euros. El joven extremo carioca tiene ya 23 años y se ha convertido en un imprescindible en el once titular, marcando en finales de Champions y haciendo rabiar al antimadridismo día sí y día también. Esta situación es la ideal y la que muchos mandatarios del equipo de Concha Espina quieren prolongar. Por eso es tan necesario el fichaje de Endrick.
Rumbo nuevo para tiempos nuevos
Endrick podría ser el reemplazo perfecto para Karim Benzema y tendría el tiempo de aprender el oficio de delantero y terminar de formarse en su país natal, preparándose para dar el salto al fútbol de élite coincidiendo con la que probablemente sea la última temporada del atacante francés. Este relevo generacional en un futbolista sensiblemente más joven es lo que buscará el Real Madrid en todas las posiciones del campo.
Por eso prefieren pagar hasta 60 millones de euros por Endrick y no abonar 140 millones por Harry Kane, uno de los delanteros más en forma del fútbol actual. Siempre cabe la posibilidad de que Kane, con casi 30 años, experimente un proceso similiar al de Eden Hazard y que se vuelva a producir un fracaso en el mercado: este es un lujo que el Real Madrid, el club de la máxima exigencia, no se puede permitir.
