Se trata de un festejo internacional conocida como Halloween o Noche de Brujas, este promueve que las personas se disfracen para pedir dulces, ir a fiestas o incluso hacer bromas con el lema conocido como “dulce o truco” esta es la excusa perfecta para lucir atuendos aterradores.
Pero los disfraces de Halloween de la primera mitad de siglo XX los que daban miedo de verdad, basándose en las raíces paganas y cristianas de la festividad, como una noche para reconciliarse con la muerte o alejar a los espíritus malignos, la gente optaba por disfrazarse más serios y mórbidos que los del día de hoy que son inspirados en la cultura pop.
Antes de ser convertida en fiestas familiares como lo conocemos el 31 de octubre estaba vinculado a supersticiones y fantasmas, se veía como un día “fuera de lo normal” cuando se actuaba en contra de las normas de la sociedad, el uso de disfraces macabros no inspirados en el horror como los de la actualidad, pero simplemente espantosos eran una parte esencial.
El principio de los disfraces de Halloween se remonta a más de 2.000 años, los historiadores creen que el festival celta pagano de Samhain marcaba el final del verano y el comienzo de la mitad “más oscura” del año en islas británicas, esto es el precursor de la festividad.
Se tenía pensado que durante la celebración los dioses se hacían visibles para los humanos, lo que resultaba en travesuras sobrenaturales, las personas ofrecían golosinas y comida a los dioses mientras estos usaban disfraces como cabezas y pieles de animales para que los espíritus que deambulaban los confundieran con uno de ellos.
Samhain se transformó cuando la autoridad cristiana se apropió de las festividades paganas, con la conquista del territorio celta por parte del imperio romano, se mesclo con otras fiestas como la fiesta de la cosecha, durante el siglo VII el papa Bonifacio IV dio a conocer que el 1 de noviembre seria el día de todos los santos para honrar a todos aquellos mártires que dieron su vida por defender su fe.
La noche anterior a la víspera del Samhain continúo celebrándose con hogueras, desfiles y disfraces, pero se empezó a llamar Víspera de Todos los Santos en ingles All Hallow’s Eve de ahí termino en Halloween, las tradiciones difieren, pero de manera general se encuentran los dulces, el truco o trato, tallar calabazas, encender hogueras, disfrazarse de manera fantasmagórica, visitar atracciones embrujadas, contar historias de miedo o ver películas de terror.
Los disfraces han pasado de ser un disfraz a un exhibicionismo total, hoy en día es una celebración capitalista separada completamente de cualquier vestigio de paganismo o cristianismo, está más centrada en expresar las fantasías de la gente como ser súper héroes, o algo más de moda, lo que explica el éxito a nivel mundial.
