De qué sirve confesarme si no me arrepiento: La guerra interior

De qué sirve confesarme si no me arrepiento: La guerra interior
Lluvia Estrada / El Tiempo de Monclova

La guerra interior

Si se pudiera, estoy segura de que todos evitaríamos sufrir y evitaríamos que las personas que amamos lo hagan, pero hay un dicho que dice; “muy apenas puedes con tu vida y quieres arreglar la de los demás" y es que desde que empezó la guerra de Rusia vs Ucrania, naufragamos en el mundo del internet queremos saber cómo está la situación, pero un escrito nos lleva a otro y una noticia a otra y para cuando menos pensamos, ya no pudimos dormir por estar pensando los peores escenarios si llegara a México esta situación.

Que los encargados de que se arregle esa situación, lo arreglen, nosotros ya bastante tenemos con nuestro diario vivir, como para querer arreglar un problema que por donde quiera que lo veamos, hay uno de los protagonistas que no lo quiere acabar, quiere más y más y más.

El poder es canijo. Son muchos los intereses y la verdad, es que a todos nos duele, pero si ni siquiera una plegaria al Eterno vamos a elevar a favor de todas las almas inocentes que están viviendo en esos lugares de guerra, alejémonos de esas escenas tristes, fuertes; que nuestro cerebro no entiende que eso pasa en otro continente que está a cientos y cientos y cientos de kilómetros. Y pasamos el día con miedos que nuestro subconsciente no alcanza a digerir en unas horas.

Lo invito, amable lector a que hoy decida que sí y que no. Desde las cosas más simples, desde lo más rutinario, alejémonos de las cosas y las personas que nos llenan de basura mental, hoy sí quiero tomarme un café contigo, hoy no me apetece desayunar contigo, hoy me voy a quedar en casa a ver esa serie que tanto e postergado, hoy termino de leer ese libro que empecé hace seis meses, hoy duermo temprano, mañana despierto temprano, mañana me tomaré la maña para mí, hoy saldré de rumba y beberé con mis amigos hasta el amanecer – con precaución- lo que usted quiera; lo que le haga bien. PERO HAGALO.

Despierte, sin que sea el celular la primera cosa que vea, voltee a ver a su pareja, a sus hijos, contemple su espacio, su cama y si vive solo, váyase a un espejo y quiérase, quiérase mucho. Agradezca por lo que hay, por lo que se va a ir, por lo que pasó y trabaje muy duro en sus límites, conózcase, evite que la gente haga con usted lo que quiere, sepa que usted es una joya inigualable, única en el mundo y que el valor lo tiene desde que nació, intente conocer cuáles son sus dones y enfóquese en usted, lo que va a hacer, lo que nunca hará y dedique al menos cinco minutos a una oración, a lo que crea, en quien usted crea.

Los seres humanos, necesitamos siempre de una fortaleza espiritual que nos haga sentir acompañados siempre a donde vayamos y que nos saque las fuerzas de donde sea para que sigamos adelante. Si usted es ateo, que Dios me lo bendiga…no se crea pues. Si no cree en nada, póngase a pensar en que o quien cree y si no tiene a nada ni nadie. Crea en usted.

No sabemos cual es el fin de nuestro existir, tampoco que hay después de la muerte, honremos nuestra vida, VIVIENDO. 

Deseo que su fin de semana sea extraordinario que no le falte la salud, el amor, el dinero y las ganas de seguir triunfando en la vida, nada está acabado, aquí seguimos en la lucha de todos los días y no nos queda más que hacerlo de buena gana, le mando un abrazo cálido. 

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