No hay razón para la reestructura de la deuda pública del Estado, nunca se aclaró quién hizo el desvío ni se ha podido comprobar más de 15 mil millones de pesos, reveló Virgil Orona.
Saltillo, Coah. - No hay razón para la reestructura de la deuda pública del Estado, aseguró la diputada Luz Natalia Virgili Orona quién fue una de los siete diputados que votaron en contra del decreto que permitió a la Secretaría de Finanzas la posibilidad de emprender negociaciones para reestructurar el empréstito a mejores tasas de interés.
Consideró que será un interés muy alto el que se va a cobrar, “porque hoy están muy altas las tasas, la prueba está que en el presupuesto de egresos están considerando 7 mil millones de pesos para pago de servicio de deuda. Y aunado a lo que hemos venido pagando en años anteriores, por 3 mil millones y 4 mil millones, está encareciendo y empobreciendo la inversión pública”.
Esa es una de las razones por las que votamos en contra, afirmó, además de la falta de respaldo de lo que se propuso y que posiblemente “traería algo escondido, por ejemplo, el contrato el cómo se administran los pagos de deuda”.
“Otro factor es el por qué se amplía el plazo de la deuda a 30 años, cuando estaba el compromiso de que no se iba a ampliar y sería todo en transparencia”.
Por lo que aseveró “creo que no hay razón para esa reestructura; cuando un banco reestructura importes de este tipo hay bonos, entonces ¿de cuánto va a ser ese bono por la reestructura y dónde va a quedar ese dinero?”.
¿Cuál fue la justificación de la Secretaría de Finanzas para aprobar dicha reestructuración?, se le preguntó y mencionó que “ahorita hay oferta de liquidez en el mercado y que te pueden ofrecer mejores condiciones, ambas son ciertas, pero la verdad es que no van a ser mejorables porque el costo del dinero es muy alto”.
“Porque la tasa de referencia es 10.5 por ciento que es el costo del dinero en el mercado más los puntos que te agregue quien gane la concesión.
Inclusive la diputada Virgil Orona se quejó de que este dictamen fue poco transparente, que se hizo “sobre las rodillas, de manera muy rápida, por eso hay una duda razonable para no aprobar un endeudamiento nuevo”.
Reveló concluyente que el contrato sería abierto en cuanto al vencimiento del empréstito “y que se puede negociar lo que es la deuda, más los intereses, más las comisiones dentro del paquete y que está hasta 30 años, de ahí que fuera una irresponsabilidad autorizarla a ciegas”.
