Por temor a ser lastimados acatan las ordenes de los delincuentes y entregan el efectivo.
Una vez más la tienda de conveniencia ubicada en la calle Asunción de la colonia Guadalupe, fue asaltada al igual que la ubicada en la colonia Praderas Viejas por delincuentes armados una a plena luz del día y otra en horas de la noche y pese a que fue notificada la Policía en tiempo y forma, los ladrones no fueron detenidos.
El primer asalto ocurrió la mañana de ayer en la calle Alto Horno 1 de citada colonia, donde al delincuente no le importo que hubiera clientes en el negocio y aun cuando había fila en la caja registradora se puso al frente y amenazando con una navaja le exigió a la cajera el dinero de las ventas mientras los consumidores esperaban asombrados.
El segundo atraco se registró alrededor de las 23:00 horas de la noche de ayer, cuando fingiendo ser un cliente un maleante se introdujo al establecimiento ubicado en la calle Asunción esquina con la avenida Acereros de la colonia Guadalupe. El hampón amagó con una navaja a los empleados y les exigió el dinero de la cuenta del día. Ante el temor de ser lesionados la cajera decidió entregar el efectivo que en ese momento tenía.
Enseguida, el malhechor salió del local como si nada hubiese pasado y se dio a la fuga con rumbo desconocido, mientras los trabajadores una vez repuestos del susto pidieron ayuda al Servicio de Emergencias 911.
A las dos tiendas fueron enviados elementos de la Policía Preventiva y de la Agencia de Investigación Criminal y al conocer las características de los ladrones por las cámaras de seguridad implementaron un operativo de búsqueda por la zona sin lograr resultados positivos.
Los oficiales solo pudieron recomendar a los afectados interponer su formal denuncia ante el agente del Ministerio Público en turno y para que dicha autoridad continúe con las investigaciones para detener a los asaltantes.
Una vez realizada la formal denuncia los sabuesos de la Fiscalía General del Estado se entrevistarían con testigos y solicitarían los videos de las cámaras de seguridad de negocios o casas aledañas a las tiendas atracada.
Lo anterior para tener una posible identificación de los atracadores, para poder dar con sus paraderos y llevarlos ante la justicia.
Sin embargo, la probabilidad de dar con el paradero de los delincuentes es demasiado baja señalo uno de los investigadores, ya que muchas veces los testigos no cooperan por temor a represalias.
