La Entrevista con Néstor Jiménez

La Entrevista con Néstor Jiménez
José Luis Adriano / El Tiempo de Monclova

'Conozcamos el pasado para entender el presente'. 

Néstor, sobre la exploración que hicieron a las grutas del cerro “El Carrizal” ¿Con cuánto tiempo lo prepararon?

“Fueron meses de estar planeando, cuales cámaras vamos a llevar, en que nos vamos a trasladar, que es lo que vamos a necesitar como es agua, buenas lámparas, pilas de repuesto, botequín, unas barras de proteína, y sobre todo quiénes son los que vamos a poder asistir a esta aventura”.

Lo mejor y más importante sin duda, ¿Quiénes formaron el equipo humano que te acompañó?

“Bueno lo formaron Jorge Zamora una persona que tiene mucha experiencia en este tipo de eventos, en senderismo Obed Alán Hernández que es un excelente camarógrafo y artista audiovisual, era el máster de la cámara. Rolando Elizondo, don Martín Hernández, padre de Obed que también le gusta la aventura y don Francisco Villarreal que era el que iba a estar al pendiente por si algo saliera mal”

De lo más importante, y sobre todo personal ¿Hubo miedo?

“Claro como todo ser humano, pero teníamos que sobreponernos, cuando ya estábamos adentro, el enemigo a vencer era nuestro miedo si te desesperabas, ibas a tener un problema, ahí tenías que andar con la sangre bien fría”.

Ya dentro de las grutas, ¿Cuál pudiera haber sido el máximo peligro?

“Para mí el riesgo mayor es que acuda una persona no preparada y quedarte sin luz, el riesgo de una caída siempre ha estado latente, pero quedarte a oscuras, es el principal riesgo”.

En las grutas de repente estas bajo el nivel y a veces sobre el nivel, ¿Cómo lo siente el cuerpo?

“No se marcó mucho, lo notamos más que nada en el camino de abajo porque está más caliente, estuvo bochornoso que nos empapó las camisas estábamos deshidratándonos, pero andar más arriba es mejor”.

El abastecimiento sin duda es importante, pero sobre todo el agua, ¿Cuánta cantidad llevaban cada uno de ustedes?

“Alrededor de los tres litros en las mochilas especiales para evitar traerlas en las manos, ya cuando dimos con el agua era completamente dulce y cristalina, nos caímos varias veces y la llegamos a tomar automáticamente, era completamente cristalina”

Preparación física, ¿Es indispensable?

“Sí claro, tienes que tener una condición buena,  ya no vamos a hablar de excelente, sino buena porque para llegar a esos lugares  tienes que subir o bajar y no hay que hacerlo en varios tramos, si te cansas te recuperas y luego continúas, y sobre todo tienes que estar bien mentalmente, porque te llegas a topar con un animal, con un barranco o como lo vivimos con el agua hasta el cuello y el techo de la caverna sobre el cabello y de repente no sientes el piso, se necesitaba contar con sangre fría para no desesperarte”.

En alguna ocasión ¿Les pasó por la mente el no encontrar la salida, era algo que los desesperaba?

“Sí, nos pasó por la mente, más cuando vimos que el afluente tomaba otro rumbo, nosotros íbamos siguiéndolo porque tratábamos de salir por la primer caverna que es por donde llegaba el agua, entonces llegas a donde nace el agua, ya no había salida, sino que otro de los compañeros vio que el agua iba por otro rumbo y lo seguimos, fue cuando llegamos a la playa subterránea y comenzó a sentirse más fresco y eso nos dio a entender que había entrada de aire, aunque sí pensamos en regresar, pero en verdad iba a estar mucho más difícil, pero en todo momento estuvimos ubicados y nunca perdimos el sentido de la ubicación".

Fósiles, vestigios del mar, ¿Los ubicaron?

“En la primera caverna sí, había caracoles, no hubo prehistóricas como los primeros pobladores de Coahuila como las pinturas, pero por la falta de luz no pudieron hacer nada, pero conchas y caracoles sí las vimos”.

El lugar donde se encuentra el cerro, es particular, ¿No tuvieron problemas para que les brindaran el acceso?

“No, se les explicó que es lo que íbamos a hacer, siempre que andamos en un lugar particular, un servidor siempre trata de cuidar y no alterar los lugares, lo menos posible, uno de los compañeros conoce a las personas y nos dieron el permiso”.

¿Cuánto tiempo estuvieron adentro de las grutas?

“Alrededor de tres horas, tanto en la primera como en la segunda".

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