Las obras están inconclusas desde finales del sexenio de Peña Nieto.
A fines del sexenio de Enrique Peña Nieto, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) dejó inconclusas dos obras en las ciudades istmeñas de Salina Cruz y Matías Romero, con un valor estimado de 90 millones de pesos; hoy, miles de usuarios del Istmo de Tehuantepec sufren el desabasto y se ven obligados a comprar el líquido.
La actual administración federal lleva cuatro años y ninguna instancia alza la mano para concluirlas. “Hay un proceso de auditoría”, dicen las actuales autoridades de Conagua; “no podemos recibir las obras porque están inconclusas”, expresan en la Comisión Estatal del Agua (CEA); “son obras federales y no contamos con recursos para reactivarlas”, señalan los gobiernos municipales de Salina Cruz y Matías Romero.
Obras en deterioro
El presidente del Comité Pro Mejoras del Agua de Matías Romero, Manuel Robles, lamenta que ninguna autoridad rescate las obras de agua potable que en diciembre de 2018 fueron inauguradas sin ser funcionales, a pesar de que les invirtieron 50 millones de pesos en varias administraciones municipales.
La obra consistió en la extracción de agua del río Ponedero mediante el sistema de un cárcamo, construcción de un tanque elevado con capacidad de almacenamiento de un millón de litros, así como el tendido eléctrico y la red de tubería subterránea. Sin entrar en operación, las obras se están deteriorando, acusa Manuel Robles.
Habitantes de Matías Romero aún recuerdan cuando el entonces presidente municipal, Marco Antonio Cabello Mares (PRI), difundió con todo y su fotografía en el cartel la invitación para que asistieran a la inauguración del proyecto Río Ponedero Agua Para Todos, el 30 de diciembre de 2018, el penúltimo día de su mandato.
Las obras de ese proyecto de la Conagua, que nunca recibió la CEA, están en el abandono. Uno de los tableros eléctricos se quemó, parte de cables eléctricos, postes y de la tubería que sale del río Ponedero al tanque elevado va desapareciendo por el robo, mientras unos 8 mil usuarios de agua potable sufren por el desabasto.
De acuerdo con las estimaciones de los integrantes del Comité Pro Mejora del Agua, para rehabilitar el llamado Proyecto Ponedero, se necesitan 10 millones de pesos adicionales a los 50 invertidos. La presidenta municipal Obdulia García López (Morena) señala a EL UNIVERSAL que su gobierno no cuenta con esos recursos.
“Lamentablemente, la ciudad de Matías Romero no cuenta con pozos profundos debido a que está asentada sobre una superficie rocosa y por esa razón su abastecimiento de agua se basa en el sistema de cárcamo desde el río Malatengo, de donde salen dos líneas que distribuyen a unas ocho mil tomas domiciliarias”, explica Robles.
Inversiones sin resultados
En la ciudad porturia de Salina Cruz, la joya desde donde parte el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), con 150 colonias y 35 mil tomas domiciliarias, la Conagua también dejó inconclusa, a fines de 2018, la terminación de cuatro pozos profundos con capacidad de 130 litros por segundo, cuya operación permitiría atender las necesidades de ocho colonias.
De acuerdo con el exedil Juan Carlos Atecas Altamirano, la obra quedó inconclusa en el periodo del expresidente Rodolfo León Aragón. “Ahí quedó, en el abandono, con todo y los 40 millones de pesos que invirtió Conagua, todavía en mi gobierno le invertimos ocho millones de pesos para rehabilitarla”.
Los pozos no entraron en operación porque la CEA tampoco recibió la obra inconclusa. Con el paso de los años, gran parte de la infraestructura eléctrica e hidráulica está vandalizada, mientras los habitantes de Salina Cruz pasan penurias para abastecerse de agua.
El administrador del sistema local de agua, dependiente de la CEA, Darío Toledo Cabrera, afirma que le ha dicho al presidente municipal del puerto, Daniel Méndez Sosa (Morena), la importancia de recuperar la operación de los pozos; sin embargo, se requieren al menos 10 millones de pesos, que el gobierno local no tiene.
Salina Cruz tiene en operación 15 pozos; sin embargo, debido a que la red de distribución de 30 kilómetros de longitud data de hace 50 años, hace falta un buen proyecto que contemple la restitución total de esas líneas y la recuperación de los cuatro pozos abandonados por la Conagua, lo que facilitaría el acceso a ese servicio a más de 80 mil habitantes salinacrucenses.
