¿Cuál es la exhibición de riqueza más elaborada que puedas imaginar? ¿Un yate enorme que se parece más a un hotel flotante de lujo? Esa habría sido nuestra respuesta también, hasta que vimos el último concepto del constructor de submarinos U-Boat Worx. La compañía quiere dar a los obscenamente ricos lo mejor de ambos mundos con un superyate de lujo que también puede sumergirse a profundidades de 650 pies.
Cuando se trata de vehículos que no usan principalmente ruedas, los submarinos siempre se han sentido más o menos inalcanzables, incluso para los súper ricos. Comprar un avión privado es fácil si tienes los fondos, pero los submarinos parecen estar relegados a los investigadores y militares del mundo. U-Boat Worx quiere cambiar eso. En abril, la compañía reveló el Nexus, un submarino de nueve pasajeros con un “casco de presión elíptico transparente” bulboso que brinda vistas sin obstáculos bajo el agua. En mayo, la compañía continuó con su plataforma de entretenimiento bajo el agua, o UWEP: un salón de banquetes submarino que puede llevar hasta 120 pasajeros a profundidades de 650 pies.
La última idea de U-Boat Worx, revelada en el reciente Monaco Yacht Show, es su embarcación más grande y ambiciosa hasta el momento. El Nautilus de 123 pies de eslora es, ante todo, un superyate de lujo, con comodidades que incluyen cuatro camarotes para invitados más una suite principal para quien pague la cuenta, un área de comedor y sala de estar debajo de la línea de flotación con grandes ventanales, cuartos para hasta seis tripulantes y una cocina completa.
El Nautilus también cuenta con una amplia terraza con una piscina de agua dulce, un bar y un comedor al aire libre adicional. Pero todo eso se puede retraer y sellar, porque este superyate también puede sumergirse a profundidades de 650 pies durante hasta cuatro días completos. Su velocidad de crucero cae de nueve nudos en la superficie a cuatro nudos cuando está completamente sumergido, pero para aquellos que no pueden soportar una tormenta o aguas agitadas, el Nautilus simplemente puede sumergirse bajo un clima desagradable y capear una tormenta o navegar hacia aguas más tranquilas. Eso por sí solo podría ser su mayor punto de venta.
Otras características que ayudan a justificar el precio inicial del Nautilus de $25 millones y los 30 meses de espera para que se construya y entregue incluyen un bote auxiliar totalmente eléctrico que se puede usar para excursiones de un día o para llevar a los buzos a los lugares de buceo (porque también se dobla como un sumergible). El yate también tiene un sistema de energía diesel-eléctrico que proporciona un alcance de 3.200 millas náuticas, que es apenas inferior al ancho máximo del Océano Atlántico.
