Se investiga la causa del hundimiento
La guardia costera rescató a los tripulantes de un yate que se hundió el pasado fin de semana cerca de la costa de Italia en el Golfo de Squillace. Ahora, las imágenes del accidente se volvieron virales por su parecido con el hundimiento del Titanic, pero aún se investiga la causa.
La lujosa embarcación de 40 metros de largo se hundió a 15 kilómetros Catanzaro Marina en la costa italiana, el sábado por la tarde.
Mediante un llamado de auxilio, la tripulación -conformada por cuatro personas- dio aviso a la guardia de que el barco se hundía mientras navegaba de Gallipoli a Milazzo en el sur del país, porque ingresaba agua por la parte posterior (popa).
La Guardia Costeira de Crotone respondió con el envío de rescatistas y logró salvar a las personas a bordo. Sin embargo, para dejar evidencia del suceso, los guardacostas capturaron en vídeo el hundimiento. Allí se ve cómo el yate se inclina hasta alcanzar una posición de 90 grados y desaparece bajo el agua.
En cuestión de minutos, el yate quedó sumergido completamente pese al esfuerzo de dos navíos de remolcarlo hasta la costa. Ahora las autoridades investigan la causa del hundimiento. Una de las teorías es que este tipo de embarcaciones posee puertas, ventanas y entradas muy cerca del nivel del agua y que si una de ellas quedó mal asegurada podría haber ocasionado que el agua ingresara por allí, según informaron algunos medios locales.
Antecedente en Italia
En enero se cumplieron 10 años desde el hundimiento del crucero italiano Costa Concordia, en el que murieron 32 personas luego de que impactara contra un arrecife.
En las primeras horas de navegación, el buque impactó contra un arrecife a unos 800 metros al sur de la entrada del puerto. A pesar del impacto, los daños parecieron menores para el capitán Francesco Schettino que continuó navegado durante casi mil metros. Al girar en el ingreso norte del puerto, el buque quedó con una inclinación de 80° que dejó al descubierto una quebradura de casi 50 metros en su lado de babor (izquierda) y una gigantesca roca trabada en el casco.
En medio del caos, cientos de pasajeros saltaron al agua sin pensarlo, mientras otros aguardaban las indicaciones de la tripulación para abordar los botes salvavidas y abandonar la Costa Concordia. La demora de 45 minutos de parte de los miembros a bordo, terminó en tragedia. De los 4 mil 300 turistas que viajaban, 32 personas murieron y 64 fueron rescatadas con heridas.
El Tribunal Supremo de Italia halló culpable del accidente al capitán Francesco Schettino, quien fue condenado a 16 años de prisión. Entre los cargos, se le imputó asesinato, naufragio y haber abandonado el crucero. Sigue preso en la cárcel de Rebibbia en Roma.
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