Los menores llegan a sentirse excluidos
Cuando una pareja decide divorciarse o separarse, esta decisión suele estar muy meditada. No es fácil decidir romper la familia, y menos en aquellos casos en los que hay hijos de por medio. Una separación puede ser un proceso difícil para los padres, pero las consecuencias del divorcio en hijos adolescentes pueden llegar a tener un impacto incluso mayor.
Los menores pueden ver la separación como una traición en su contra. Pueden sentir rechazo hacia el padre o madre que ha tomado la decisión culpabilizándole de la situación. Por eso es importante que sus padres traten de explicar al adolescente que se trata de una decisión que ha sido tomada de forma responsable y que estaba pensada con anterioridad.
Recomendaciones. El psicólogo Fermín González, destacó que los padres deben explicarles a sus hijos el por qué de la separación, y que, aunque ya no vivan juntos, eso no significa que se separen de los hijos.
Pueden tener sensación de miedo cuando ellos vayan a tener una relación con otra persona, ya que pueden pensar que van a sufrir el mismo dolor de separación que sus padres. Esto puede llevarlos a “rechazar” el amor hasta que comprenden que el divorcio puede haber sido una buena decisión de sus padres.
Consecuencias. Un divorcio entre una pareja es un proceso doloroso para todas las partes, aunque cada persona responde a ese dolor de diferente manera, ya que depende de la forma de ser de cada uno y de las circunstancias que han provocado la separación. Es muy complejo predecir cómo cada adolescente responderá al divorcio o separación de sus padres, pero es importante que estos tengan en cuenta las consecuencias emocionales que su hijo o hija puede vivir. En ocasiones, los adolescentes pueden pensar que sus padres también se han separado de ellos, y aunque se esfuerzan por mostrar su independencia, la realidad es que siguen necesitando de una relación segura a la vez estable.
