Con la boca apagada, los ojos entrecerrados, el cuello recto, la expresión de Harper es inexpresiva.
Sus compañeros de equipo conocen la cara. Bryce Harper, 30 años, veterano de 11 temporadas en Grandes Ligas, entrará al dugout antes de un juego con un tipo particular de semblante, uno que los Philadelphia Phillies saben que es hora de hacer negocios. Con la boca apagada, los ojos entrecerrados, el cuello recto como una baqueta, la expresión de Harper es inexpresiva.
"Es como cuando te mira, te mira a través de ti", dijo el jardinero de los Phillies Brandon Marsh dijo. "Porque él no está enfocado en ti. Está enfocado en lo que está por venir". Lo que ha venido, durante el último mes, mientras los Phillies desfilaban desde la cúspide de un final de temporada regular hasta un campeonato de la Serie Mundial, es Harper, que ya es uno de los mejores jugadores de béisbol, en su mejor momento. Su majestuoso jonrón en la primera entrada en el Juego 3 el martes por la noche, en el primer lanzamiento que vio en una Serie Mundial en uniforme de Filadelfia, en el primer juego de Serie Mundial en Citizens Bank Park en 13 años, comenzó el aluvión de cinco jonrones que impulsó a los Filis a una victoria de 7-0 para darle ventaja de dos juegos a uno sobre los Houston Astros.
Fue solo la última hazaña de Harper, otro punto culminante en la postemporada de su vida, o, para el caso, la vida de cualquiera. En 14 juegos de playoffs, Harper está bateando .382/.414/.818 con seis jonrones y 13 carreras impulsadas. De todos los jugadores con al menos 50 apariciones en el plato en una sola postemporada, el OPS de Harper de 1.232 ocupa el puesto 11 de todos los tiempos. "Ese tipo", dijo Marsh, "está enfocado". Lo que justifica la pregunta: si Harper tiene tanto control en esta postemporada, ¿qué están haciendo exactamente los Astros todavía lanzándole?
"Todavía no lo sé", dijo el primera base de los Filis Rhys Hoskins. "Espero que continúen".
La respuesta es, de hecho, difícil de precisar. Es donde lo emocional ("¡No lo hagas!") se cruza con lo situacional ("¡Depende!"). Incluye lo filosófico (selección de pitcheo) y la capacidad de ejecución (de la que muchos carecen). Incluso cuando funciona (los Astros sacaron de out a Harper en sus últimos tres turnos al bate en el Juego 3), a menudo es demasiado tarde, sus oponentes ya han pagado un alto precio.
En otras palabras, lanzarle a Bryce Harper es un riesgo calculado, y esta postemporada, por lo general, ha terminado sin una recompensa proporcional.
Antes de intentar descifrar si lanzar alrededor de Harper sería el movimiento correcto, es importante entender cómo los equipos se han acercado a él hasta
La temporada regular de Harper debe dividirse en dos: antes y después de la lesión. Antes de que una recta de Blake Snell rompiera el pulgar izquierdo de Harper el 25 de junio, los lanzadores le lanzó rectas el 43.3% de las veces, y las aplastó: .333/.423/.635 con siete jonrones. Tras el regreso de Harper el 26 de agosto hasta el final de la temporada, los lanzadores lanzaron rectas el 47.8 % de las veces y lo neutralizaron: .217/.345/.304 sin jonrones en 55 apariciones en el plato que terminaron con ese lanzamiento.
El libro sobre Harper, según dos cazatalentos que hicieron un análisis avanzado de los Filis rumbo a los playoffs, era simple: golpéalo con rectas altas y internas, y tendrá problemas. Los equipos se adhirieron a la filosofía de la recta primero. La parte de arriba y adentro fue el problema, y la habilidad de Harper para castigar los lanzamientos mal ubicados, una razón enorme por la que los Filis llegaron a la Serie Mundial, ha seguido marcando la diferencia.
En las primeras tres rondas, Harper enfrentó rectas el 48.5 % del tiempo y acertó 10 de 18 con tres dobles, tres jonrones y un porcentaje de slugging de 1.222. Aún mejores fueron sus números contra rectas con hombres en base: un promedio de bateo de .636 y un slug de 1.364. Y lo peor de todo para los lanzadores fueron los números con un hombre solo en primera base, cuando es menos probable que los equipos lancen a su alrededor. Es entonces cuando Harper ha hecho la mayor parte de su daño en los playoffs: dos sencillos, dos dobles, dos jonrones y seis carreras impulsadas en ocho turnos al bate, un promedio de bateo de .750 y un slug de 1.750.
