La trayectoria imparable de Alcaraz anticipa nuevo cruce de banquillos entre los dos preparadores españoles.
Madrid,- Sobre la pista, un español y un alemán. En los banquillos, un valenciano y un barcelonés que estuvieron también en la élite del circuito; dos ganadores de Roland Garros, algo de lo que no pueden presumir aún sus pupilos, y que, aunque poco, coincidieron en las canchas.
Cada uno desde su esquina, acompañados por sus respectivos equipos, Juan Carlos Ferrero, entrenador de Carlos Alcaraz, y Sergi Bruguera, flamante técnico de Alexander Zverev, soportaron con la contención que requiere la etiqueta del tenis un partido que invitaba a desmelenarse. Y que ganó Alcaraz por 6-3 y 6-1.
Con los brazos cruzados Ferrero, con la barbilla apoyada sobre los dedos Bruguera, los dos entrenadores apenas hicieron un gesto durante todo el encuentro. Solo cuando Alcaraz rompió por primera vez en el segundo set, para 2-1, Ferrero se levantó del asiento y aplaudió con ganas.
Como en todos sus partidos, el cruce de miradas de Alcaraz con Ferrero fue permanente. Después de cada punto, ganase o perdiese, el jugador que ascenderá el lunes al número seis del tenis mundial buscó a su preparador e intentó leerle la mente.
La complicidad de Zverev con su equipo no resultó tan evidente, aunque le dirigió palabras públicas de agradecimiento, casi de disculpa, tras no haber tenido opciones en la final de este domingo. Bruguera le respondió con una amplia sonrisa.
Mucha historia del tenis español en los banquillos. Y algo de intrahistoria: Ferrero fue también entrenador de Zverev, durante 8 meses entre 2017 y 2018, una relación que terminó por "desencuentros a nivel de entrenamientos", explicó el propio técnico. Sin embargo, el alemán tuvo hoy asimismo un recuerdo muy respetuoso para su extécnico.
"Estuvimos un tiempo juntos y le felicito por el trabajo que está haciendo (con Carlos). Me alegro mucho", dijo Zverev.
Tras aquella etapa con Sasha, Ferrero sintió que necesitaba "algo diferente", alguien joven a quien pudiese moldear desde el principio y con el que estuviese "todo por hacer". 'Adoptó' en su equipo a Alcaraz cuando el jugador murciano tenía 15 años. Ahora que acaba de cumplir los 19, aquel prometedor tenista ha irrumpido en la élite sin pedir permiso y en Madrid ha ganado en el plazo de tres días al mejor de la historia en tierra, Rafael Nadal, al número uno del ránking, Novak Djokovic, y al actual número tres y ganador de 19 títulos, entre ellos las últimas finales ATP, Alexander Zverev.
El alemán, durante mucho tiempo entrenado por su padre, estuvo siete u ocho meses sin técnico fijo, probó con Sergi Bruguera en el pasado Masters 1.000 de Miami y la relación funcionó. Al llegar a Madrid confirmó que sería su entrenador en los próximos meses, sin plazo fijo.
"Nos llevamos muy bien en la cancha. Espero que sea una relación exitosa", dijo.
Sergi Bruguera, capitán español de Copa Davis, tiene 51 años y su historial como jugador incluye dos Roland Garros, en 1993 y 1994, y un total de 14 títulos, todos ellos entre 1991 y 1994. Fue número 3 del mundo en 1994.
Ferrero, de 42 años, llegó al número uno de la clasificación ATP en 2003. Su historial presenta 16 títulos, entre 1999 y 2011, entre ellos el Roland Garros de 2003.
La diferencia de edad hizo que apenas coincidieran en el circuito profesional. Se enfrentaron entre sí dos veces, ambas en 2001, cuando Ferrero 21 años y Bruguera ya había cumplido los 30, con victoria siempre para el valenciano: en la primera ronda de los torneos de Hamburgo (3-6, 6-1 y 6-4) y de Montecarlo (6-2 y 6-1), sobre tierra los dos.
La trayectoria imparable de Alcaraz anticipa nuevo cruce de banquillos entre los dos preparadores españoles.
