Rogério Marinho, puso el acento en la proliferación de viviendas irregulares, no solo en Sao Paulo.
Sao Paulo,- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobrevoló este martes las zonas afectadas por las fuertes lluvias en el estado de Sao Paulo, que desde el pasado fin de semana han causado al menos 24 muertos y cerca de 3.000 familias evacuadas.
El mandatario viajó junto con seis de sus ministros y se reunió con algunos alcaldes de los municipios paulistas más golpeados por el temporal para mostrarles las iniciativas de su Gobierno destinadas atender a las víctimas y reconstruir las zonas destruidas.
"Lamentamos las muertes. Sabemos que muchas veces las personas construyen sus residencias por necesidad en lugares (irregulares) donde dentro 10, 20, 30 años ocurren desastres", declaró el líder ultraderechista en una rueda de prensa.
Desde el pasado fin de semana, el estado de Sao Paulo, el más poblado y rico de Brasil, sufre unas intensas precipitaciones que han ocasionado desbordamientos de ríos, deslizamientos de tierras, inundaciones y cortes totales o parciales de carreteras.
Según el último balance de la Defensa Civil, al menos 24 personas han muerto, entre ellas 8 niños, otras 10 están desaparecidas y 13 más resultaron heridas.
Las lluvias afectaron de forma grave a 31 municipios de Sao Paulo, varios de ellos situados en la zona metropolitana de la capital homónima, de acuerdo con la entidad.
"En muchas áreas donde fueron construidas las residencias faltó alguna visión de futuro, pero también las personas construyen en esas áreas de riesgo por necesidad", insistió el jefe de Estado.
En la misma línea, el ministro de Desarrollo Regional, Rogério Marinho, puso el acento en la proliferación de viviendas irregulares, no solo en Sao Paulo, sino en otras partes de Brasil, fruto de "cien años de ocupaciones" ilegales de terreno.
También mencionó las lluvias "sin precedentes en los últimos 30 años", que ocurrieron entre finales de 2021 y principios de este 2022 en los estados de Bahía (noreste) y Minas Gerais (sureste).
En Bahía, las fuertes precipitaciones causaron una treintena de muertos, dejaron bajo el agua decenas de ciudades y obligaron a casi 100.000 personas a abandonar sus hogares.
En Minas Gerais, también unas 30 personas perdieron la vida en incidentes relacionados con las lluvias, de las que 10 fallecieron cuando una enorme pared rocosa de un cañón de la región cayó sobre la barca en la que se encontraban.
