Los niveles de inmunización alcanzaron sus mejores registros en las primeras semanas de enero cuando estuvo vigente la exigencia del carné de vacunación.
La Paz.- Bolivia registró 692 nuevos contagios y 14 fallecidos por COVID-19, según el último reporte del Ministerio de Salud del país sobre la situación de la pandemia en la desescalada de la cuarta ola de casos.
Los departamentos con más casos reportados fueron Santa Cruz (364), Cochabamba (154) y La Paz (91), mientras que en las demás regiones los contagios variaron entre 6 y 24.
Con estos registros, Bolivia acumula 21,400 decesos y 891,112 casos confirmados desde la llegada de la pandemia en marzo de 2020, mientras que 88,023 son los pacientes que mantienen la enfermedad activa.
La cuarta ola tiene una tasa de letalidad del 0.7 %, según el informe de sanidad.
Este cuarto pico que comenzó a manifestarse a fines de octubre tuvo su momento más crítico a finales de diciembre y principios de enero con jornadas en las que los casos superaron los 14,000, el mayor registro en el desarrollo local de la pandemia.
La inmunización, que comenzó hace un año, consiguió que se administren 12,490.559 vacunas entre primeras, segundas y terceras dosis además de inmunizantes únicos a mayores de 5 años que conforman una población vacunable de 10.2 millones.
El detalle establece que 5,901.852 son primeras dosis, 4,566.313 de la segunda, 1,027.433 aplicaciones de refuerzo o terceras dosis y 994,961 inmunizantes de componente único.
En un informe a comienzos de la semana, el ministro de Salud, Jeyson Auza, señaló que la vacunación alcanzó una cobertura de 67.4 % en primeras dosis y 54.2 % en las segundas y que alrededor de un 44.1 % de los menores de 18 años han recibido el primer componente.
Los niveles de inmunización alcanzaron sus mejores registros en las primeras semanas de enero cuando estuvo vigente la exigencia del carné de vacunación, una medida que se suspendió ante las protestas de grupos antivacunas de sectores sociales afines al Gobierno.
Ante los festejos de carnaval, el Gobierno instó a reforzar las medidas de bioseguridad para evitar un nuevo incremento de casos y también que los municipios y gobernaciones asuman previsiones ante un posible efecto posterior a esa fiesta.
