Ben Roethlisberger finalmente volvió a la tierra dos días después de una emotiva victoria en el Monday Night Football en lo que probablemente fue su último juego en Heinz Field.
"Probablemente no lo haga hasta hoy", bromeó el mariscal de campo de los Pittsburgh Steelers el miércoles por la mañana. "El martes todavía fue muy especial. Te levantas y te das cuenta de lo que es esta semana. Es la semana de Baltimore. Lo hace divertido".
Roethlisberger, quien aseguró a los periodistas la semana pasada que "todas las señales" apuntaban a que la victoria 26-14 sobre los Cleveland Browns era su último partido en casa, aceptó estar abrumado por la cantidad de personas que se acercaron para compartir mensajes con él mientras se prepara para su probable salida de la organización después de 18 años como mariscal de campo franquicia de los Steelers.
Surrealista. Mi familia y yo sentimos mucho amor, y nos sentimos muy agradecidos por todos los fanáticos, excompañeros de equipo, las muchas, muchas notas que se escribieron en las redes sociales, los mensajes de texto que recibimos, las llamadas", dijo. "Es realmente difícil expresarlo con palabras. Creo que una de las cosas más especiales de esa noche es que mis hijos tienen la edad suficiente para recordarlo. Fue algo que apreciaré y recordaré por siempre. y creo que ellos también lo harán. No puedo agradecer lo suficiente a todos los que hicieron esa noche tan especial ". A Roethlisberger la victoria contra los Browns le recordó la victoria de Jerome Bettis en el Super Bowl XL, organizado en Detroit, su ciudad natal, en su último juego.
