Cientos de fanáticos reportaron en redes sociales el caótico momento que se vivió ayer en el Estadio Azteca
Luego de un primer concierto en el Estadio Azteca, lleno de contratiempos y problemas con el boletaje por presuntas falsificaciones, pues se reportó que cientos de fanáticos de Bad Bunny que adquirieron sus entradas de forma legítima, se quedaron fuera del estadio ayer 9 de diciembre, el segundo día de actividades lució más organizado.
Por una parte, la avenida principal que conecta directamente al recinto, la Calzada de Tlalpan, se percibió con mayor fluidez de automóviles que se dirigían al concierto del puertorriqueño, esto gracias a un acceso mucho más distribuído a los estacionamientos y las entradas a pie al inmueble.
Pese al operativo realizado por parte del Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) que logró detener a un número importante de revendedores, estos seguían realizando compra y venta a las afueras del inmueble, entre ellos también pudieron verse niños ofreciendo boletos a los asistentes.
Pero la euforia por poder ver a Bad Bunny continuó intacta: incluso personas que no pudieron ingresar al estadio anteriormente, volvieron para intentarlo una vez más este sábado 10.
La fiesta se podía sentir desde los múltiples puestos que vendían alcohol a cualquiera que quisiera un trago de manera clandestina a las afueras del Azteca, en los locales incluso podían escucharse los éxitos del Conejo Malo.
Conforme fue avanzando la noche la afluencia creció y en las calles que rodean el estadio azteca se conglomeraron con una gran cantidad de automóviles que complicaron la circulación por ingresar en sentido contrario.
Pero los asistentes que ya se encontraban a pie para ingresar alimentaban más su fanatismo por el artista de reggaetón adquiriendo todo tipo de recuerdos, desde sombreros de sol, hasta botargas en forma de corazón, todo estaba listo para ver de nuevo al cantante, en el último concierto del tour "Un verano sin ti".
