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¿Asesino y satánico? Mujer que salió con Jeffrey Dahmer, el “caníbal de Milwaukee”, revela el ritual que hizo

¿Asesino y satánico? Mujer que salió con Jeffrey Dahmer, el “caníbal de Milwaukee”, revela el ritual que hizo
El UNIVERSAL / El Tiempo de Monclova
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Actualmente Geiger se encuentra casada y fuera del ojo público.

Bridget Geiger es el nombre de la primera chica a la que Jeffrey Dahmer llevó a una cita. ¿El motivo? Era el baile de la graduación de su escuela secundaria Revere High School. Para ese entonces el ‘carnicero de Milwaukee’ tenía 18 años y ella 16, y él aún no había cometido su primer asesinato.

Según una entrevista publicada por el periódico de Ohio ‘The Plain Dealer’, Geiger había accedido a ser su cita de graduación, pues se veía como un chico “ingenuo” y “nerd”. Además, su mejor amiga, Lynn, había salido con el mejor amigo de Dahmer, lo cual le dio más confianza.

“Me dijeron que Jeff necesitaba una cita”, recordó Bridget. “Estaba emocionado de ir al baile de graduación”.

Contó también que ciertamente otros de sus compañeros se burlaban de él de manera frecuente, pero para ella, Jeffrey “no tenía un sólo hueso de maldad en su cuerpo”. De hecho, una de las cosas que más le conmovió a la joven fue que al momento de que él pusiese el ramillete en su muñeca, estaba tan nervioso que no lo pudo hacer. Al final fue la madre de Geiger quien lo hizo.

Dahmer llegó al baile con un chaleco y pantalones de pana marrones, lo cual hacía que se viera muy distinto al resto de los asistentes, quienes vestían de traje o esmoquin. Sin embargo, a Bridget no pareció importarle, pues hasta el momento todo iba bien.

Tan solo unos minutos después de haber llegado al lugar, él desapareció. "Estaba avergonzada y furiosa", dijo. Unas horas después regresó por ella, con la excusa de que estaba tan nervioso que no había logrado cenar bien, razón por la cual había ido a un McDonald’s.

“Le aterraban las chicas. Le aterraba que yo fuera a bersarlo”, contó Geiger a la agencia Associated Press tras el arresto de Dahmer, en 1991, cuando la que iba a ser su víctima número 18 logró escapar y hablar con la policía

A Geiger nada le parecía sospechoso tras el baile. Para ella, Dahmer sólo era un chico introvertido que estaba nervioso por su primera cita.

Pero todo se tornó extraño cuando, días después, Bridget fue invitada a una supuesta fiesta en la casa de Dahmer.

Espiritismo

Semanas después de su primer encuentro, la joven fue invitada a una fiesta en la casa de Jeffrey. Sin embargo era una celebración fuera de lo común.

No había música, comida o una gran multitud. Mucho menos globos y serpentinas. Por el contrario, sólo había cuatro personas más y la decoración eran unas velas grandes y una mesa en el centro. El verdadero motivo de la reunión, era invocar a Lucifer.

Geiger señaló que cuando Dahmer le explicó el motivo, le dijo que era para convocar a un espíritu que le decía que “hiciera cosas que asustaran a la gente”. Aún así, Bridget no duró mucho tiempo allí. Cuando se sentaron y comenzaron el ritual, una de las velas se apagó repentinamente.

“Me asustó muchísimo. Grité 'encuentra la luz, encuentra la luz. Me voy de aquí. No quiero ser parte de esto'”, y salió corriendo del lugar. Jamás volvió a verse con él ni sus amigos.

Años después, dio una entrevista donde declaró que todo había ocurrido en 1978, en fecha cercana a que Dahmer asesinara a su primera víctima, Steven Hicks.

Actualmente Geiger se encuentra casada y fuera del ojo público.

Otras personas que conocieron a Dahmer no tuvieron tanta suerte.

Atraía a sus víctimas -casi todas de minorías étnicas o comunidades LGBT- a su apartamento, a menudo ofreciéndoles pagar a cambio de fotografías de desnudos. Una vez allí, los drogaba, asesinaba y descuartizaba. En ocasiones se comía partes de los cuerpos.

Con algunas de sus víctimas, quiso probar si podía tener control total, así que perforó un pequeño agujero en sus cráneos. "Lo suficiente como para abrir un pasaje al cerebro". Dahmer les inyectaba ácido clorhídrico en el cerebro para inducir un “estado de zombi”.

Fue condenado a cadena perpetua por los 17 asesinatos que cometió. Sin embargo, fue asesinado a golpes por otro preso.

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