Por difícil que parezca el dominicano también tuvo sus tropiezos y conoció el amargo sabor del rechazo.

Dentro de la televisión y cine mexicano han existido infinidad de galanes que se robaron el corazón de las mujeres. Sin embargo, pocos son los que pasan a la historia por ser verdaderos Don Juan. Uno de ellos es sin duda Andrés García, el actor que ha presumido de haber tenido muchos amores a lo largo de su vida.

Por difícil que parezca el dominicano también tuvo sus tropiezos y conoció el amargo sabor del rechazo. En este caso, la actriz rumana Joana Benedek fue una de ellas, pero muchos nunca se enteraron.

Ahora que el "macho biónico" se encuentra disfrutando de las bondades de Acapulco, Guerrero, retirado y con un cúmulo de recuerdos, le dio por abrir su canal de YouTube donde los comparte con todos sus fans. Para sorpresa de muchos salió a relucir la mencionada confesión y descalabro en su momento.

Andrés García buscó a Joana Benedek, pero ella prefirió a su hijo Leonardo

Al ser una de las mujeres más hermosas de la tv mexicana fue natural que Andrés García se acercara para cortejarla; sin embargo, no contó con que la actriz no solo lo rechazara, sino que prefirió a su hijo Leonardo García, fruto de su amor con Sandra Vale.

Reveló que cuando la conoció quedó impresionado con la belleza de Benedek, además de que era "impresionante, simpática y agradable". Él, dijo, no dejaba de mirarla porque no podía creer que existiera una mujer como ella.

Todo ocurrió cuando la invitó a comer y en su galantería también le extendió la invitación a su retoño. Para sorpresa de "Pedro Navajas", la dama quedó impactada con Leonardo. "Yo quise con ella, ya sabes cómo es la jugada, pero qué creen, no se me hizo. La invité a comer y le gustó más Leonardo", platicó.

Aunque en ese momento no le gustó el resultado de los hechos, ahora lo recuerda con cariño y aseguró que poco después entendió que era natura que pasara, pues ambos eran jóvenes y por ende la atracción sería mutua. Cabe destacar que Leonardo heredó la estética de su padre, algo que le funcionó muy bien.