Los argentinos tienen un vínculo desde hace muchos años, aunque se casaron recién en 2017.
El mundo de los aficionados del fútbol tiene su atención puesta en las principales figuras que han conseguido llegar a la final del Mundial de Qatar 2022 y una de ellas es Lionel Messi. El argentino de 35 años transita uno de los mejores momentos de su carrera y quizás uno de los últimos con la Selección Argentina.
Las especulaciones por sus declaraciones, indican que “La Pulga” posiblemente se retire del fútbol profesional, dejando atrás una carrera brillante que lo ha posicionado como uno de los mejores futbolistas de la historia. Quien ha sido parte fundamental del éxito es su familia y entre todos los miembros que apoyan siempre a Messi destaca su esposa, Antonela Roccuzzo.
La joven modelo que cumplirá sus 35 años en febrero, está casada con el capitán de la Selección Argentina desde 2017 y tienen por el momento tres hijos: Ciro, de cuatro años; Mateo, de 7 años; y Thiago, que tiene 10 años recién cumplidos. Pero su vínculo se remonta a hace varios años atrás, cuando eran todavía niños.
La infancia de Messi y Antonella
Fue en el verano argentino de 1997, cuando Roccuzzo conoció a quien se convertiría en el padre de sus hijos. La conexión en aquel entonces fue el primo de la modelo, Lucas Scaglia, quien era hijo de su tía paterna, Laura Roccuzzo. Lionel Messi y su actual esposa se conocieron en Punta Mogotes, un balneario de la Costa Atlántica Argentina.
En ese encuentro, Lucas y su prima estaban vacacionando en familia. Fue allí cuando Scaglia invitó por unos días al “Messías”, quien en ese entonces tenía solo diez años de edad y jugaba fútbol con él en las divisiones inferiores del Club Atlético Newell's Old Boys. Según algunos medios del país sudamericano, el ex Barcelona quedó encantado con aquella versión niña de Antonela.
Se escribieron cartas durante varios años y en 2000 el delantero del PSG viajó a Barcelona a comenzar lo que sería después su exitosa carrera en el club catalán. En 2005, Messi se encontraba en su ciudad natal y acompañó a Roccuzzo en un momento difícil de su vida: la pérdida de su mejor amiga. El vínculo fue tornándose en romance y en 2009 fue cuando oficializaron su noviazgo. Lo demás es historia.
