Gritos, empujones se dieron entre policías y vecinos que se oponen a la obra de un puente a desnivel.
Sigue inestable el gobierno municipal del alcalde de Frontera, Roberto Piña. Ahora utilizó a todos sus policías para reprimir a unos cuántos ciudadanos, entre ellos personas de la tercera edad, que se oponen pacíficamente a una obra del puente vial sobre la calle Coahuila en Zona Centro.
Sorpresivamente más 50 elementos policiacos llegaron para intimidar y reventar una manifestación pacífica de ciudadanos que se oponían a los trabajos de la construcción. Que finalmente iniciaron constructoras.
Hubo jaloneos, empujones, gritos de los ciudadanos incluso una mujer se quejó cuando fue esposada mostrando las huellas que le dejaron en sus muñecas.
Mientras las máquinas empezaron a trabajar sobre la calle Coahuila los policías armados observaban a los vecinos un tanto temerosos.
Vecinas. Otra vecina más tildó de mentiroso a Roberto Piña. Lo encaró y lo desmintió porque había informado que, más de 40 vecinas estaban de acuerdo y habían firmado para que se llevara a cabo la obra que tardará meses. “Nadie estuvimos de acuerdo”, le dijo la vecina un tanto molesta.
Piña intentó mediar la tensa situación, pero recibió solo reclamos de la enardecida ciudadanía reclamándole la falta de dialogo en la mesa. “La obra del puente va seguir. No se para. Yo solo estoy aquí para mediar”, decía una y otra vez el alcalde en medio de gritos y empujones de la policía hacia la ciudanía entre ellos mujeres.
