En 2021, el país gastó casi cinco mil millones de dólares en importaciones de maíz, casi seis veces lo que se destina en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para la compra de fertilizantes para 2023 .
Complicado. “Y las importaciones no son la solución a mediano plazo para controlar la inflación en los alimentos básicos. Esto solo se logra con un campo más moderno que aumente la productividad en los cultivos”, señaló Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (UMFFAAC). "Si bien las prácticas agrícolas tradicionales son muy respetables, no es factible que con éstas se produzcan alimentos que bajen los precios de la canasta básica. Solo un campo moderno dará la productividad necesaria en cultivos como el maíz, para disminuir sus importaciones", comentó Luis Eduardo González Cepeda.
También hizo un llamado al gobierno federal para reorientar su posición frente al campo y aplique una política pública integral, que fomente la productividad, de manera que los agricultores cuenten con la capacidad de acceder a la innovación, tecnología y modernización que el campo requiere para producir alimentos y así contribuir a contener el proceso inflacionario que vive el país.
Urgencia. “Es urgente reorientar el enfoque de la política agrícola para iniciar el proceso de modernización del campo mexicano, pues el modelo agroindustrial es el más eficaz para garantizar la productividad de granos básicos como el maíz, del que se deriva gran variedad de alientos que distinguen a la comida mexicana”, dijo. En relación a la viabilidad de modernizar el campo mexicano, González Cepeda señaló que “si los rendimientos por hectárea del maíz rondan las 3 toneladas por hectárea en promedio es factible elevarlos hasta 15 toneladas, como lo demuestra la productividad de este cultivo básico para la dieta nacional”.
