“Me siento como una mujer joven. Me siento como si tuviera 27 años”.
Para algunas mujeres la maternidad es tan importante, que deciden por sobre todas las cosas tener un bebé al cual cuidar y amar toda su vida, aunque esto implique arriesgar su salud física.
Ese es el caso de Adriana Iliescu, una mujer de 83 años que a los 66 tuvo a su primera hija, quien actualmente ya tiene 17 años.
En 2005, Adriana se hizo muy popular tras revelar que deseaba ser mamá y por lo tanto se sometió a un tratamiento de fecundación in vitro para realizar su sueño. Acudió con médicos especialistas y pese a que algunos le comentaron que el proceso podría ser peligroso, lo hizo y finalmente dio a luz a su primera hija a la que llamó Eliza Iliescu.
Su caso de embarazo fue tan extraordinario, que se convirtió en un récord Guinness por ser la mamá de mayor edad en dar a luz y desde entonces ha mostrado orgullosa a su maternidad a diversos medios.
En 2008 ofreció una entrevista para Daily Mail y mencionó detalles tristes de su vida en los que declaró que en su familia hubo problemas y por lo tanto no contaba con su apoyo, pero como siempre tuvo deseos de romper con los estereotipos de la edad y también de cuidar y darle estabilidad a un bebé, lo hizo.
“El espejo no es nada amable con las mujeres, pero si estamos hablando de energía, entonces me siento como una mujer joven. Me siento como si tuviera 27 años”, dijo.
Tras llevar una vida feliz y estable gracias a la pensión que recibe y al trabajo que ejerce como maestra, Adriana asegura que le gustaría tener un segundo bebé debido a que médicamente es posible.
Cuando le preguntaron sobre qué le diría a su hija sobre la maternidad mencionó que “Le aconsejaría que tenga un hijo antes de los 30 años”. Todo esto bajo la idea de que una mujer debe decidir con su propio cuerpo lo que quiera hacer con él, así que cualquier decisión que tome su hija sobre sí o no tener bebés es válida.
