El Mallorca necesitaba tres puntos como agua de mayo. Llegaba con la consecución de 1 punto de 12 posibles en este mes de octubre y tras la victoria por 1-2 frente al Valencia ha suavizado parte de las necesidades de victoria. Muriqi y Kangin Lee, al igual que el día del Rayo, metieron los goles y levantaron el penalti en contra inicial.
El partido comenzó con ambas partes con objetivos dispares, el Mallorca llegaba necesitado de una victoria ya que aún no habían ganado este mes, y el Valencia, llegaba con la ilusión de llegar a puestos de Europa y seguir evolucionando y consolidando el proyecto de Genaro Gatusso.
A los dos minutos de partido, Diakhaby, en un salto con Muriqi se lesionó y tuvo que salir sustituido. Para animar al equipo después de este infortunio, los valencianistas generaron dos ocasiones clarísimas que hizo temblar la portería bermellona, pero ninguno fue entre los tres palos.
En los instantes siguientes, Lee creó una ocasión clarísima pero Mamardashvili, en uno de sus mejores partidos, sacó un balón muy claro que impidió a los bermellones adelantarse.
El conjunto ché tuvo mucha posesión, creando jugadas y apostando mucho por las bandas. Kluivert y Gayà no pararon de centrar balones al área. Balones directos, pero que tanto Valjent como Copete como Raíllo despejaron todo. Solo en la primera parte despejaron un total de 18 balones.
Para demostrar aún más lo férrea que fue la defensa balear, el primer disparo a puerta de los locales fue un tiro flojo de Nico González en el minuto 44 desde la frontal que apenas tuvo dificultad para Rajkovic.
El Valencia también planteó un muy buen planteamiento defensivo con una presión muy alta que no dio opción al equipo visitante de salir del área. Una presión que le permitió al equipo "taronja" disfrutó de varias opciones de adelantarse en el electrónico.
