En un video subido a YouTube, el filme "La niña de la mochila azul", con Pedro Fernández y María Rebeca, contabiliza 7.2 millones de visualizaciones; otras cintas como "Departamento de soltero" y "El coyote emplumado", con Mauricio Garcés y La india María, respectivamente, registran 2.2 millones, y "El inocente", con Pedro Infante y Silvia Pinal, 2.1 millones... pero todo es ilegal.
Estos títulos mexicanos y varios más pertenecientes principalmente a la segunda mitad del siglo XX fueron subidos a la plataforma por personas ajenas a la producción, sin permiso de sus dueños.
Estos usuarios, además, podrían estar monetizando y recibiendo ganancias por cada reproducción. Pero YouTube no difunde tarifas, además el que pueda verse un anuncio en algunas partes de un video, no necesariamente indica que éste genere ganancias para quien lo subió.
Ramón Obón, especialista en derechos de autor, así como escritor y director de "Morgana, una leyenda de terror", cinta que contabilizaba cerca de 30 mil visualizaciones repartidas entre dos cuentas ilegales, acusa que estas prácticas dentro de la plataforma rompen el principio inmutable y básico, que es la autorización previa.
"En YouTube estamos viendo una gran cantidad de películas así, no de ahora, sino desde años atrás", destaca.
En el artículo 114 Octies de la Ley Federal del Derecho de Autor, refiere, se aclara que los proveedores de acceso a internet no serán responsables de las infracciones, así como de materiales y contenidos que se transmitan cuando no inicien la cadena de transmisión de los mismos o los seleccionen.
Pero Obón considera que YouTube no puede ignorar que las cintas cuentan con derechos de autor y quien la suba, debe acreditar tenerlos.
"Es tu negocio y más si están cobrando es su obligación cerciorarse de que ese material esté cumpliendo, si no, los hace también responsables".
Hasta el momento, los dueños de los derechos pueden mandar un correo a YouTube con la observación de ilegalidad, demostrando ser los dueños de los derechos. Obón lo hizo la semana pasada y recibió como respuesta que el usuario que subió la película, tiene siete días para eliminarla.
"Hay que saber quién subió ese material, ya si esta persona dice que tenía un arreglo con YouTube o que recibía dinero, ahí si ya nos vamos a otras instancias, como demanda".
Obón señala que las sociedades de gestión colectiva, como la ANDI o la Sogem, podrían solicitar a YouTube revisar la legalidad de los contenidos.
"La música es algo que va muy adelantando en eso, ya lo hacen a través de licencias; si tú quieres ver un material a veces te salen una pantalla en negro que fue bajado".
El caso en EU
En EU, el empresario Carlos Vasallo ha interpuesto una demanda en la corte de Miami en contra de la plataforma de videos, por tener arriba y sin permiso, varias de las 3 mil películas mexicanas que posee.
Desde 2014 ha detectado más de 700 millones de visualizaciones de sus títulos en diversos canales, algunos de los cuales han sido bajados, pero al poco tiempo vueltos a subir.
Vasallo, español de nacimiento, ha adquirido los títulos a diversos productores nacionales para explotarlas en territorio estadounidense, donde cuenta con el copyright.
Los 3 mil títulos, algunos con María Félix, Pedro Infante, entre otros, son casi la mitad de la producción nacional hecha entre 1910 y 2019.
"Siempre tuve el afán de tener las película de mis amigos", dice Vasallo, quien vivió varios años en México.
En Nueva York, contrató un bufete de abogados para monitorear las subidas ilegales, que llegaron a mandar 10 mil notificaciones a YouTube.
Un día se reunió con un ejecutivo de la compañía y éste le ofreció una "llave" con la cual cada vez que detectara algo ilegal, pudiese bajar él mismo el video. La condición tácita era que fuera "borrón y cuenta nueva". No fue suficiente. YouTube tiene 20 días, que se cumplen este mes, para responder a la demanda. En México, su oficina de prensa no tuvo comentarios por el caso.
