Los ataques cardiacos en los jóvenes no solo se deben a antecedentes familiares.
Los jóvenes fumadores, con obesidad, diabetes o que padecen hipertensión, tienen más probabilidad de sufrir ataques cardiacos en comparación con sus compañeros que no presentan estos padecimientos o vicios, según una investigación presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología recogida por Europa Press.
El estudio muestra que el factor genético no es el único que puede generar un infarto a una persona en una edad temprana. Llevar a cabo una vida poco saludable también es un factor que contribuye. “Nuestro estudio muestra que el tabaquismo y los factores metabólicos, como la hipertensión, la diabetes y la obesidad, están fuertemente asociados a una mayor probabilidad de infarto agudo de miocardio prematuro”, ha explicado el autor del estudio, el profesor Harm Wienbergen, del Instituto de Investigación Cardiaca y Circulatoria de Bremen, Alemania.
Estudio
Esta investigación se realizó la ciudad alemana de Bremen, y comparó las características clínicas de pacientes ingresados en un hospital con infarto agudo de miocardio a los 45 años o menos, con individuos seleccionados al azar de la población general en la misma región. Se inscribieron 522 pacientes del registro de IAMCEST de Bremen, y se identificaron mil 191 controles emparejados de la Cohorte Nacional Alemana (NAKO).
La proporción de fumadores activos era tres veces mayor en el grupo de jóvenes con infarto en comparación con la población general (82.4% frente a 24.1%). Los pacientes tenían más probabilidades de padecer hipertensión arterial (25.1% frente al 0.5%), diabetes (11.7% frente al 1.7%) y antecedentes parentales de infarto prematuro (27.6% frente al 8.1%) en comparación con sus compañeros. Sin embargo, la proporción de consumo de alcohol era mayor en la población general (11.2%) en comparación con los pacientes cardiacos (7.1%).
