El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, pidió hoy justicia en el aniversario de la tragedia del Boeing 737 con 176 personas a bordo derribado hace un año por dos misiles iraníes cerca de Teherán.
"Evidentemente, todos los culpables en esta catástrofe serán llevados con seguridad ante la Justicia. En el mundo actual no hay opción de que un crimen como ese quede sin respuesta. Tales crímenes no tienen fecha de expiración", dijo Zelenski en su canal de Telegram.
Zelenski subrayó que es "imposible" que Irán no supiera que el aparato que cubría la ruta Teherán-Kiev era un avión de pasajeros y que toda la comunidad internacional coincide en que fue un crimen.
"Sea cual fuere el tiempo y los esfuerzos necesarios (...), recibiremos todas las respuestas y la necesaria compensación", comentó Zelenski, que hoy galardonó póstumamente a los tripulantes del aparato.
Ucrania y el resto de países de procedencia de los ocupantes del vuelo PS752 -Afganistán, Reino Unido, Canadá y Suecia- emitieron hoy un comunicado en el que llamaron a Irán a presentar "urgentemente" una explicación detallada de las decisiones que llevaron al siniestro ocurrido en la mañana del 8 de enero de 2020.
También manifiestan su intención de lograr que Irán asuma su responsabilidad para hacer justicia y lograr el pago de la compensaciones a las familias de los muertos y a los países damnificados.
Estos países también informaron de que en breve comenzarán las conversaciones formales con Irán y demandaron el apoyo de la comunidad internacional para garantizar la seguridad de la navegación aérea civil.
Miembros del Gobierno y el presidente de Ukranian International Airlines (UIA), la aerolínea a la que pertenecía el avión siniestrado, inauguraron hoy en Kiev una plazoleta en honor a las víctimas.
En vísperas del aniversario, el ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, prometió que los responsables serán castigados y que Teherán pagará las debidas compensaciones de acuerdo a lo estándares internacionales.
Al mismo tiempo, la Guardia Revolucionaria volvió a culpar a EU de lo sucedido por el clima de tensión reinante en esas fechas por el asesinato cinco días antes en un bombardeo estadounidense del general iraní Qasem Soleimaní.
En venganza por ese crimen, Teherán efectuó un ataque el 8 de enero de 2020, pocas horas antes del derribo del avión, contra una base militar en Irak con presencia de tropas estadounidenses, y esperaba una acción de represalia de Washington.
Irán negó durante tres días que hubiera derribado el avión, tras lo cual el Ejército iraní admitió que el Boeing ucraniano había sido abatido "por un error humano" al ser confundido con un misil de crucero.
El Gobierno iraní aprobó hace una semana una indemnización de 150,000 dólares por cada una de las 176 víctimas: 82 iraníes, 63 canadienses, aunque la mayoría de doble nacionalidad iraní, once ucranianos (dos pasajeros y nueve tripulantes), diez suecos, cuatro afganos, tres alemanes y tres británicos.
